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Escuinapa, Sinaloa.- María Lourdes Orozco Villanueva, es una joven madre de 38 años de edad que ha tenido que asumir importantes retos en su vida para poder obtener el sustento familiar al quedar viuda desde hace varios años, encontrando en las labores del campo una actividad que le han permitido posicionarse como una mujer caporala. 

Para María Lourdes no existe la delicadez y facilidad que caracteriza a una mujer, ella refleja firmeza, fuerza, pero sobre todo confianza para el grupo de trabajadores a los que ella dirige en su jornada laboral.

En el fondo de una huerta se observa a María Lourdes, recorriendo los árboles de mango que les tocó trabajar, todo tiene que cumplirse según las indicaciones del “patrón” quien los empleo para realizar las labores del corte de la fruta que se destinarán a la exportación y a la industria.  

“En el campo tengo como 22 años trabajando, pero de caporala como 14 años y puedo decirle que me gusta mucho más que otros trabajos, aquí no estamos estresados, estamos libres, ganamos lo que queremos y trabajamos lo que podemos”, expresó con una amplia sonrisa.
Mencionó que actualmente la cuadrilla que traía a su cargo es de 15 a 14 personas en el corte de mango y en la hortaliza se aumenta hasta las 30 personas.

María Lourdes, caporala de una cuadrilla de trabajadores del campo en Sinaloa | Foto: María Ibarra/ Debate

“Le entramos a lo que podemos; cuando se termina el corte de mango en septiembre, nos vamos a plantar chile y tomates a la zona del valle. No contamos con un vehículo propio para el trasladado del personal, trabajamos para un patrón dueños de camionetas”, explicó.

María Lourdes dijo que afortunadamente nunca ha vivido la falta de respeto con algún trabajador, siempre le han manifestado su respeto y asumen las indicaciones que ella como encargada de la cuadrillas les puede emitir.

“Hay ocasiones que sí hay trabajadores rebeldes que se pelean entre ellos, pero nunca he tenido problemas con ellos que en su mayoría son hombres, yo me encargo de revisar los arboles que los cortes se hayan hecho de manera correcta, porque se requieren de ciertas medidas y si no lo hacen de manera correcta se tiene que regresar, se tiene que hacer la selección del mango que va para el empaque y el mango maduro que van para la industria”, especificó.

Dijo que en esos momentos estaban haciendo el corte charaqueado que es el corte con canasta, los trabajadores se suben al árbol y suben la canasta para evitar que la fruta sufra de daños.

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Concluyo diciendo que gracias a su trabajo ha podido brindarles el sustento a sus cuatro hijos, que quedaron pequeños cuando enviudo, aunado a esta actividad en sus tiempos libres se dedica a tejer sillas, elabora tamales y donas para vender.


 

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