El primer diálogo de alto nivel entre México y Estados Unidos, en el inicio del Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, dejó un balance positivo. Este encuentro reunió a más de 240 personas empresarias e inversionistas, quienes anunciaron inversiones en nuestro país de por lo menos 20 mil millones de dólares para 2025, con la posibilidad de que esta cifra alcance los 30 mil millones, si se concretan los proyectos presentados.
Más allá de los montos, este diálogo envía un mensaje de confianza respecto a la dirección que está tomando el país en el inicio del segundo piso de la Cuarta Transformación. Lo que llama la atención no es sólo la cantidad de inversiones, sino el contexto en el que éstas se estarán dando.
Desde hace meses, los sectores opositores generaron una narrativa de que la reforma al Poder Judicial podría disuadir a inversionistas; sin embargo, el reciente encuentro dejó en claro que tal temor no existe, que el clima de inversión en México se fortalece y que la relación comercial con Estados Unidos sigue siendo sólida.
Ello demuestra que la reforma al Poder Judicial, lejos de ser un obstáculo, refuerza el Estado de derecho, generando un ambiente de certeza para la inversión extranjera. La estabilidad institucional es, de hecho, uno de los pilares que han permitido que México se convierta en el principal socio comercial de la Unión Americana, superando a Canadá y China, ya que, hasta julio de este año, las exportaciones mexicanas hacia el vecino país superaron los 500 mil millones de dólares.
Además, este primer diálogo de alto nivel marca el inicio de la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que se llevará a cabo en 2026. Este acuerdo ha sido una piedra angular de la política comercial de la región, y su defensa será crucial para mantener la estabilidad económica de nuestro país.
Hasta ahora, hemos visto que las preocupaciones sobre el impacto de las reformas aprobadas por el Poder Legislativo no calaron en los círculos empresariales ni en inversionistas internacionales, ya que siguen viendo a México como un destino atractivo.
El futuro inmediato está lleno de desafíos, pero el resultado de este diálogo muestra que nuestro país está bien posicionado para enfrentarlos, y que la consolidación de las reformas será esencial para mantener el crecimiento y la confianza económica.
La construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación comenzó con bastante fuerza, despejando dudas y mostrando que, cuando existe una visión clara y una estrategia bien definida, las inversiones y el crecimiento económico seguirán siendo una constante, y que los augurios de crisis sólo se superan con hechos concretos y resultados tangibles.
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