El coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, pidió al Gobierno federal que, antes de entrar al análisis, se corrija los errores que tienen algunas de las 20 iniciativas que remitió el Ejecutivo federal.
Explicó que en una reforma, en la hoja de impacto presupuestal hace referencia a lo que dice el artículo 11 transitorio, pero el 11 transitorio no existe, y el otro impacto presupuestal señala que se transfiere el artículo décimo y pusieron otro.
Y además, continuó, la iniciativa de pensiones no traía impacto presupuestal, lo trajeron días después.
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Insistió en que su grupo parlamentario está de acuerdo con el sistema pensionario, “pero hay que decirle a la gente que no es lo que se dijo en la presentación de las iniciativas”.
También, continuó, apoyan la reforma a los salarios, pero tampoco es lo que se dijo en la presentación de las iniciativas.
“En cuanto a los derechos de comunidades afromexicanas, pueblos originarios, estamos a favor. Salario mínimo, estamos a favor.
“Pero en el caso de las comunidades indígenas hay que decirles que presentaron una iniciativa para quitar el Instituto que se encarga de la protección de las lenguas indígenas”, expresó.
Acusó que esta propuesta tiene muchos problemas de formalidad, “mucho engaño” y una difusión que no corresponde a lo que dice la iniciativa, “tan sencillo, se dice una cosa y se presenta otra”.
Moreira abordó de nuevo el tema de la reforma que reduce la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana y nuevamente retó a Morena a que se vote la iniciativa que está en Mesa Directiva.
“Retamos a que se vote la pensión de adulto mayor a los 60 años y no como lo puso el presidente a los 65, que esa era la propuesta del presidente Peña, por cierto.
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“Seamos serios, lo que se dijo que era la iniciativa, no es lo que se puso en blanco y negro, y lo que se puso en blanco y negro tiene muchos errores de formalidad y de soporte constitucional”, apuntó.
Expuso que este cambio en la Carta Magna beneficiará, a lo mucho, a tres millones de personas, porque la gente tendrá que trabajar hasta los 65 años, es decir, que no se vaya por cesantía.
“Segundo, hay que ser claro, estos trabajadores están en el futuro, no están en el pasado, es decir, todos los que ya se jubilaron o pensionaron, esos no van a recibir ese apoyo”, señaló.
CSAS
