El corazón de Taxco, Guerrero, aún late, pero sus extremidades no se mueven. Están paralizadas porque el torrente que los hace circular decidió parar; a cuentagotas, la vitalidad que caracteriza a las calles empedradas de este Pueblo Mágico comienza a dar señales de existencia.
Este lunes, dos camionetas urvan volvieron a dar el servicio, pero detrás de ellas iban las patrullas que vigilaban su andar. “El que no arriesga no gana, a ver cómo nos va”, sentenció uno de los choferes.
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A partir de las 7:30 horas de ayer inició a circular sobre la avenida de los Plateros el primer vehículo de transporte colectivo.
Frente al parque “Vicente Guerrero” las largas filas comenzaron a formarse, porque cerca de 40 personas querían abordar una unidad; la plazoleta de San Juan vivió la misma situación.
Mientras tanto, los vecinos de Axixintla, Acuitlapán, El Azul y Acamixtla decidieron rentar una camioneta para ir al mercado, comprar sus cosas y volver a casa.
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Y a falta de taxis, los turistas que terminaban su estancia fueron trasladados por conocidos o amigos a la terminal de autobuses; otros prefirieron caminar.
OCHO DÍAS SIN CLASES
Quienes tampoco han reanudado sus actividades presenciales son las escuelas públicas de nivel básico, entre ellas las secundarias “Vicente Guerrero” y “Juan Ruiz de Alarcón”, además de la primaria Niño Artillero y la nocturna para trabajadores, La Tecolotiza; además del colegio Centro, Cultura y Acción.
En la misma situación se encuentra la preparatoria 4, de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), a pesar de que los alumnos estaban en fin de semestre.
Por su parte, el Centro de Enseñanza para Extranjeros, de la UNAM, informó que sus clases serán en línea hasta nuevo aviso.
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DAÑO SE EXTIENDE A IGLESIA CATÓLICA
Este domingo, las iglesias de Santa Prisca y San Sebastián fueron el imán de turistas nacionales y extranjeros; las únicas que en todo este tiempo no han parado de hacer retumbar sus campanas.
A las 10:00 horas, alrededor de 100 personas asistieron a la eucaristía y, por fuera, los ojos foráneos se posaron en la arquitectura y estilo churrigueresco del edificio, icono católico del municipio platero.
A pesar de ser la luz que en ocho días –desde la suspensión del transporte público– no se ha apagado, sí ha tenido pérdidas monetarias, como espejo de la situación económica que también viven sus habitantes.
“La inseguridad alcanzó a la Iglesia católica: las bodas, los bautizos y las celebraciones religiosas comenzaron a ser canceladas”, reconoció el presbítero Tomás Martínez Rivera en la misa.
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Detalló que lo anterior se debe a la falta de vías de traslado, a la caída de la economía y a la falta de turistas.
Y aunque el recinto tuvo visitas, explicó que era un grupo ya pactado “su presencia ya estaba comprometida, era un grupo de turistas polacos que fueron conducidos por un sacerdote de ese país”.
Lo anterior se notó en la misa de las 8:00 horas, pues no fue tan copiosa como la de un domingo con transporte, reconocieron los ciudadanos locales.
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Tras la segunda ceremonia religiosa algunos partieron hacia el zócalo y consumieron en los comercios que abrieron. Las platerías también fueron visitadas, aunque el tradicional tianguis tuvo una caída estrepitosa de ventas, dijo el padre.
Mientras tanto, las camionetas con logotipos del Gobierno municipal continuaron sirviendo como transporte emergente.
Otras ciudades turísticas como Cancún –cuya percepción de inseguridad es de 74.6 por ciento– Mazatlán, Acapulco y Tuxtla Gutiérrez también han vivido situaciones de violencia, con balaceras en bares, centros nocturnos, playas y retenes, aunque sólo los primeros dos no pararon ante el clima de inseguridad que se vive en ellos.
