Redacción
El gobierno de México inició el diseño de una estrategia para enfrentar el arancel de 17.09% que el Departamento de Comercio de Estados Unidos aplicará a las exportaciones de jitomate a partir del 1 de agosto. La presidenta Claudia Sheinbaum informó que las acciones se incluirán en el llamado Plan México y contemplan apoyo directo a los productores nacionales.
La administración federal estableció mesas de negociación con autoridades estadounidenses con la intención de revertir esta medida. Además del jitomate, el diálogo incluye temas relacionados con el comercio de ganado, debido al reciente cierre fronterizo motivado por el brote del gusano barrenador.
Desde hace años, grupos de productores en Florida promovieron investigaciones y presiones contra el jitomate mexicano. El nuevo arancel retoma ese camino y, aunque no representa al conjunto del sector agrícola estadounidense, influye en las decisiones comerciales de ese país. La mandataria calificó la medida como injusta y reiteró que el jitomate mexicano mantiene una posición clave en el mercado por su volumen y calidad.
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, sostuvo una reunión con productores nacionales para coordinar las acciones que se anunciarán la próxima semana. La estrategia contempla esquemas alternativos para la comercialización y exportación del producto, así como apoyos a quienes enfrentan mayores afectaciones.
El gobierno federal planteó distintas opciones que permitirán a los jitomateros mantener su actividad productiva y defender su participación en el mercado estadounidense. Además, se analizaron medidas complementarias para otros sectores afectados por barreras comerciales recientes.
El jitomate representa una de las principales exportaciones agrícolas del país y genera miles de empleos directos e indirectos. Frente al escenario actual, las autoridades mexicanas optaron por una respuesta coordinada y diplomática que busque soluciones antes del plazo establecido por Estados Unidos.
