El juicio al rapero Sean Diddy Combs entró en su fase final después de que la fiscalía concluyó la presentación de pruebas inculpatorias y la defensa rechazó presentar testigos a favor de su defendido, que también declinó ejercer su derecho a defenderse.
El juez instructor Arun Subramanian le preguntó al fundador de la discográfica Bad Boys Records si él mismo había decidido no sentarse en el estrado a declarar.
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“Es exclusivamente mi decisión. Es mi decisión. La tomo libremente”, aseguró Combs.
A diferencia de la fiscalía, que presentó a 34 testigos, la defensa declinó convocar testimonios para apuntalar la inocencia de su defendido, aunque mostró al jurado que sellará la suerte del magnate de la música con varias pruebas, lo que duró menos de media hora.
Proceso de juicio
En este tipo de casos es habitual que la defensa no presente testigos ya que la responsabilidad de demostrar la culpabilidad de la persona juzgada recae en la acusación.
Fiscalía y defensa deben pronunciar los alegatos finales a partir del jueves, la última oportunidad de reforzar sus respectivas posiciones ante el jurado para establecer la culpabilidad o la inocencia del propulsor del hip hop a la escena internacional, de 55 años, acusado de agresión y de liderar una red de prostitución.
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Con el apoyo de testimonios, registros telefónicos y reservas de viaje, la fiscalía ha intentado, desde principios de mayo, demostrar que Combs era el jefe de una empresa en la que sus empleados más cercanos le ayudaron a pagar sobornos, provocar incendios y secuestrar a personas para imponer su poder.
Según la acusación, el artista y empresario traficaba con mujeres y hombres para llevar a cabo salvajes orgías sexuales o “freak-offs”, alimentadas por drogas, que a veces duraban días.
Algunos de los eventos fueron filmados, y los miembros del jurado han visto varios vídeos sexualmente explícitos.
Tres mujeres han relatado con todo lujo de detalles los abusos sexuales, físicos y emocionales que, según afirmaron, les infligió Combs.
