El autócrata venezolano Nicolás Maduro ordenó el despliegue de 4.5 millones de milicianos en todo el país en respuesta a las medidas de Estados Unidos, que en paralelo moviliza destructores y personal militar hacia el Caribe como parte de su ofensiva contra el narcotráfico en la región.
El anuncio se produjo pocas horas después de que funcionarios estadounidenses confirmaran la llegada, en las próximas 36 horas, de tres destructores con misiles guiados Aegis a aguas cercanas a Venezuela.
De acuerdo con un funcionario citado por la agencia Reuters , el operativo contempla la participación de unos cuatro mil marineros e infantes de marina, varios aviones espía P-8, otros buques de guerra y al menos un submarino de ataque, con operaciones previstas en aguas y espacio aéreo internacionales.
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Persecución al narcotráfico
El despliegue estadounidense se enmarca en la estrategia del presidente Donald Trump de perseguir a los cárteles de la droga latinoamericanos, a los que su gobierno designó como organizaciones terroristas globales en febrero. Entre ellos se encuentran el Cártel de Sinaloa, el grupo venezolano Tren de Aragua y otras bandas regionales. La medida se suma a un aumento de la vigilancia aérea sobre México y Centroamérica, y a un reforzamiento de la presencia naval en el Caribe en los últimos meses.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos también elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, acusado de mantener supuestos vínculos con el narcotráfico. Sin mencionar directamente esa oferta, el mandatario venezolano agradeció el respaldo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y destacó su papel en la defensa del gobierno.
¿Quiénes son los milicianos de Venezuela, desplegados por Maduro?
La Milicia Nacional, creada en 2008 por Hugo Chávez e incorporada después a la FANB como uno de sus cinco componentes, es presentada por Caracas como una fuerza conformada por unos cinco millones de reservistas.
Su integración es voluntaria y agrupa a civiles, campesinos y obreros que en muchos casos reciben entrenamiento limitado. Para miles de ellos, pertenecer a la milicia también significa acceso a programas sociales y beneficios estatales, lo que ha impulsado su crecimiento.
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Maduro instruyó a que las milicias campesinas y obreras se multipliquen en fábricas y centros de trabajo. “Fusiles y misiles para la clase obrera y campesina”, expresó en un acto transmitido por televisión. El mandatario insistió en que el plan de movilización busca garantizar la cobertura del territorio nacional con milicias “preparadas, activadas y armadas”.
Aunque el gobierno exhibe estas cifras como un factor de fortaleza interna, analistas señalan que la capacidad operativa de la milicia frente a fuerzas militares extranjeras es desigual, ya que no todos sus miembros cuentan con armamento o instrucción regular.
