La autonomía e independencia del Poder Judicial de la Federación son principios indispensables para la existencia de una auténtica República democrática, señaló la ministra Ana Margarita Ríos Farjat, quien advirtió que estos principios se encuentran bajo el asedio constante de quienes buscan ejercer un poder sin límites.
Al presidir la ceremonia de entrega de reconocimientos por trayectoria a juzgadores del Sexto Circuito y del Centro Auxiliar de la Segunda Región, la ministra Ríos Farjat destacó que “se es una persona autónoma y crítica respecto a todo y a todos, o no se es respecto a nada”.
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Foto: Cuartoscuro
Durante el evento, en el que también participó la consejera de la Judicatura Federal, Lilia Mónica López Benítez, la ministra Ana Margarita Ríos Farjat aseveró que la autoridad moral de la Judicatura no proviene de las investiduras formales, sino de la capacidad de los juzgadores para mantenerse incorruptibles e independientes.
“Celebrar la jubilación de una persona juzgadora, no es cerrar un expediente más; no es concluir un capítulo administrativo, es reconocer una vida entera consagrada a sostener uno de los pilares indispensables y más frágiles de nuestra República: la confianza en la justicia”, expresó.
La ministra aseveró que quienes concluyen su carrera judicial dejan una contribución invaluable al derecho mexicano, pues “han sido parte de una etapa histórica del Poder Judicial de la Federación. Han visto, y han hecho posible, su transformación. De un modelo más cerrado a uno más abierto. De una justicia formalista a una centrada en los derechos humanos”, manifestó.
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Además, enfatizó, son parte de la consolidación de un constitucionalismo en el que las personas están al centro, y donde las decisiones judiciales ya no son sólo interpretaciones de la ley, sino herramientas de transformación social.
Por ello, dijo, rendimos tributo a quienes, con perseverancia, vocación, integridad y sacrificio, honraron la toga a lo largo de su trayectoria.