Más allá de los logros deportivos que convergen en que hoy México tenga asegurada la presencia de atletas en la gimnasia artística y rítmica de París 2024, o que haya un aproximado de 21 mil deportistas afiliados a la Federación Mexicana de Gimnasia, expertos aseguran que la disciplina enfrenta deficiencias en la parte formativa o el entorno mismo de los atletas, que muchas veces impiden un correcto desarrollo deportivo.
Así lo apunta Thanya Velázquez, fundadora de la academia Peones al Ataque, que con siete años de experiencia, combina la enseñanza del ajedrez con la gimnasia a nivel infantil y que apunta a un rezago emocional para que haya mejores deportistas en México.
“Actualmente las familias no les enseñan a los niños sobre la resiliencia. Está mal visto que un niño sufra o tenga una limitación socio emocional. No está mal que sientan algo negativo, sino el cómo los padres les enseñan a trabajar con las frustraciones y que cuando sean más grandes tengan estás habilidades desarrolladas para mejorar en cualquier aspecto de la vida”, apuntó Velázquez a 24 HORAS.
Thanya Velázquez afirma que hace falta que los padres sepan integrarse y entender de qué manera pueden apoyar a sus hijos y entrenadores y no desacreditarlos, al afirmar que hay una constante rotación entre deportistas y clubes, que apunta a un problema mayor en el que se genera inseguridad en los mismos alumnos.
Aunque aprueba que hoy en México exista una amplia variedad de torneos y competencias dentro de la gimnasia, ve negativo que en los niveles más bajos se le premie a todos los alumnos ya que para ella esto provoca en las siguientes categorías, cuando ya no hay reconocimientos, comience la deserción.
“Se les está creando una falsa idea de lo que es el deporte y competir. Yo creo que se les debe enseñar desde pequeños que si no ganaste, simplemente no lo hiciste, porque por eso se da la salida de alumnos tan marcada a partir de ciertos niveles, cuando se les deja de premiar”.
Para la parte formativa, tanto Thanya como Karina Millán, propietaria de Olympika Gymnastics, establecen que hay un rezago en el desarrollo de entrenadores, que limita los mismos avances de los clubes. A diferencia de Rusia -país considerado potencia en la rama-, que cuenta con una licenciatura para entrenador de gimnasia artística y son cinco años para obtenerla. En México a lo más que puedes llegar es a una licenciatura del deporte con especialidad en gimnasia.
“Los entrenadores se deben desarrollar conforme va creciendo el mismo club. Hay capacitaciones teóricas o prácticas, pero el mayor avance es directamente en el trabajo del club y con el desempeño de las niñas”, destacó Millán, que en seis años y medio ha logrado establecer a su club como un nuevo espacio para practicar diversas modalidades de la disciplina, con trabajo en la rama femenil y varonil y hasta 300 alumnos actualmente con representaciones en dos Gymnaestradas -evento mundial no competitivo organizado por la FIG-.
“Aunque existe un código de trabajo para todos los clubes, que cubre los elementos que todo alumno debe cumplir, Millán asegura que es normal que los métodos varíen en cada uno de los clubes dependiendo desde aspectos como horas y cargas de trabajo”, agregó Karina.
Visión técnica
Cuarenta años de experiencia en la parte formativa colocan a Eduardo Olmos con un postura mucho más crítica sobre la evolución de la disciplina en México. “El principal rival que hay en el país es la falta de una cultura física, que viene desde la familia y que no están dispuestos a hacer sacrificios por esto”
Eduardo apunta que cualquiera puede desarrollar las habilidades para hacer gimnasia, pero no todos pueden serlo a nivel competitivo. “Aquí como es un negocio yo atiendo las necesidades del alumno y le desarrollo el 100 por ciento de sus capacidades, pero para una selección nacional hay que ser más cuidadosos”.
“Las capacitaciones a los maestros deben ir enfocadas a la necesidad que tiene el club y el nivel que manejan sus estudiantes. De nada me sirve tomar una capacitación para nivel FIG, si en mi club estamos a cuatro años de tener a algún alumno de dicho nivel”, señaló el también ex seleccionado mexicano.
En el caso de Peones al Ataque, Thanya asegura que con un mayor enfoque en la parte académica se puede potenciar el nivel de todo México. “Solo así vas a mejorar la técnica global en el país. Para poder ver esta evolución, son necesarias más capacitaciones para los entrenadores”.
Alto rendimiento
Con quince años de experiencia en el alto rendimiento y actualmente como gimnasta activo a nivel competitivo, Josué Hernández combina su faceta de alumno con la de maestro ante la necesidad de obtener un ingreso tras dejar de percibir un apoyo de autoridades, para señalar que fuera de los equipos nacionales, no existe un incentivo para los que se encuentran en una preselección.
“Hace unos diez o quince años no se veía un nivel tan parejo en las categorías FIG en las que hoy hay cerca de 10 atletas. Hay más nivel, aunque creo que con mayor difusión podríamos estar aún mejor”, destacó el seleccionado en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador 2023.
Desde el punto de vista institucional, Millán destaca dos distintas vertientes que también afectan el desarrollo de los gimnastas para un alto rendimiento, entre su misma mente y la brecha familiar.
“Un alto rendimiento requiere tiempo, una doble sesión de trabajo y la cuestión familiar siempre es lo que pega. Tiene que venir de una decisión familiar y el saber quiénes están dispuestos a ese tipo de trabajo que también cambia la vida diaria”, agregó.
Los Estados que mejor desarrollada tienen la gimnasia son Jalisco, Nuevo León, CDMX y Estado de México.
En México cerca del 95 por ciento de clubes para hacer gimnasia son privados.
Para establecer un club con las facilidades elementales que requiere la gimnasia, se necesita una inversión superior a los 3 millones de pesos.
800 metros cuadrados, como mínimo, son lo que requiere un gimnasio en su espacio para contar con los elementos requeridos -barras asimétricas, barra de equilibrio, suelo, salto de potro, barra fija, caballo con arcos y barras paralelas.
1500 entrenadores registrados con la FMG son los que tiene México
Niveles básicos. Enumerados del 1 al 10.
1 al 5 son obligatorios (misma rutina, elementos y misma dificultad).
6 al 10 libres y obligatorios (rutinas personales)
Niveles FIG son regidos por los códigos mundiales (olímpico).