• Realizó la Procesión de Almas: “Flores que Cuentan Historias”, en el marco del Día de Muertos
• La titular de la dependencia destacó la importancia de la difusión y apropiación social de los conocimientos ancestrales que describen orígenes
En el marco de la conmemoración del Día de Muertos y para difundir entre la población la importancia de la flora en las tradiciones y los conocimientos ancestrales, el Museo y Jardín Botánico Dr. Faustino Miranda, de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), realizó la segunda edición de la Procesión de Almas: “Flores que Cuentan Historias”.
Durante esta actividad, apegada a las tradiciones de la cultura zoque, que se llevó a cabo en el Paseo de las Personas Ilustres de Tuxtla Gutiérrez, se inauguró el tradicional altar campesino que estará en exhibición dentro del Museo Botánico hasta el viernes 3 de noviembre, en horario de 9:00 a 15:00 horas, con entrada libre.
En ese sentido, María del Rosario Bonifaz Alfonzo, titular de la Semahn, resaltó la “importancia de fomentar las tradiciones históricas de Chiapas, así como de impulsar la difusión, divulgación y apropiación social de los conocimientos ancestrales, que describen y explican nuestros orígenes”.
La procesión, a la que acudieron familias chiapanecas y visitantes de otros estados y países, inició en las inmediaciones del Teatro de la Ciudad y prosiguió hasta el Museo Botánico, donde pudieron apreciar distintos altares con elementos representativos como: papel picado, flores de cempasúchil, velas, veladoras, incienso, comidas y bebidas típicas o del gusto del difunto, así como fotografías, frutas, pan, copal y otros artículos que pueden variar de acuerdo con las costumbres.
La tradicional Catrina tiene un papel relevante, ya que cuenta con la encomienda de visitar el altar y realizar la debida procesión, saludando a los visitantes con su icónica sonrisa sarcástica, personaje creado por el caricaturista José Guadalupe Posada, al que llamó inicialmente “Calavera Garbancera”, como una burla a las personas enriquecidas durante el gobierno de Porfirio Díaz, que despreciaban sus orígenes y costumbres y preferían copiar modas europeas.
Fue el muralista, Diego Rivera quien usó a este personaje dándole el atuendo elegante que hoy en día se le conoce, bautizándola como “La Catrina”, en su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”.
En la Procesión de Almas: “Flores que cuentan historias”, las catrinas iban vestidas con trajes regionales del estado de Chiapas, tales como la Yomo-Etzé, traje antiguo de Tuxtla Gutiérrez; el chiapaneco antiguo; y el de San Andrés Larráinzar, entre otros.
Las catrinas recorrieron el camino hecho con pétalos de flores de cempasúchil que en las tradiciones prehispánicas representaba al sol, por ello se utilizaba para crear senderos e iluminar el camino de los seres queridos. Durante el transcurso de la procesión, cada personaje portaba algo característico, como el sahumerio, encargado de guiar a las otras catrinas hacia el altar, purificando el camino con humo de incienso; otra, portaba la luz de vela con la cual se encendieron las 2 principales y posteriormente las de los alrededores.
En este evento se contó con la participación de la Asociación de Ciudadanos Unidos con los Xoloitzcuintles y la academia de belleza Blanco y Negro, que montaron altares y ataviaron a personas y mascotas con elementos característicos de La Catrina, además de ciudadanos interesados en formar parte de esta conmemoración anual.