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Miles de panameños marcharon por las calles de la capital para protestar por la aprobación de un contrato que permite a la compañía canadiense First Quantum Minerals operar en el país la mina de cobre más grande de Centroamérica.

Ondeando banderas de Panamá, maestros, médicos, estudiantes, obreros y trabajadores de otros gremios recorrieron céntricas avenidas y calles de la capital, exigiendo la derogación del contrato firmado entre el Estado y la empresa First Quantum Minerals.

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“Este contrato está violentando nuestros derechos y para nuestras futuras generaciones no vamos a tener un país con flora y fauna. No vamos a tener nada, vamos a tener personas enfermas”, dijo Yemeníes Muñoz, empleada bancaria de 26 años.

La manifestación, que inició en la tarde y aún continuaba tras caer la noche, con disturbios en ciertos sectores, paralizó la circulación vehicular en varias zonas de Ciudad de Panamá, mientras que en otras regiones del país hubo protestas menores y bloqueos de rutas.

“Panamá sin minería”, “Esta lucha sigue, cueste lo que cueste”, se leía en pancartas que portaban los manifestantes.

Las protestas estallaron el viernes luego de que el presidente Laurentino Cortizo sancionara la ley que establece el contrato minero, aprobada pocas horas antes por el Congreso, pero el movimiento se concentró este miércoles en una gran marcha en la capital.

Los manifestantes exigen la derogación de la ley que selló el acuerdo firmado este año entre la minera y el gobierno, negociado después de que la Corte Suprema de Justicia declarara inconstitucional en 2017 el contrato de explotación original.

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El nuevo contrato contempla aportes mínimos anuales de 375 millones de dólares de la minera al Estado panameño, diez veces el monto del acuerdo anterior. Pero varios sectores consideran que es “inconstitucional” y los aportes de la compañía al Estado son insuficientes, además de representar una amenaza para el medio ambiente.

CSAS

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