Este jueves, agricultores mexicanos denunciaron un crecimiento significativo en el tráfico de semillas piratas que representa hasta un 10 por ciento del mercado local y afecta el comercio legal de los insumos, así como el volumen y calidad de su cosecha.
Mario Puente, director de la Asociación Mexicana de Semilleros, explicó durante una reunión que el impacto de dicha problemática se ha mantenido por casi una década y su impacto va en aumento, pues representa aproximadamente unos mil 700 millones de dólares.
Te podría interesar: Destaca Aguilar Morales trabajo de la SCJN en favor de México
Aseguró también que, pese a los avances logrados por la industria de producción de semillas para mejorar la calidad y productividad de las cosechas, las practicas ilegales en el rubro continúan aumentando.
La falsificación de semillas se realiza incluso con pintura y etiquetas apócrifas y mezclando insumos originales con piratas.
“La etiqueta (pirata) puede indicar que germina el 95% del producto, cuando en realidad no llega al 30%, lo que impacta considerablemente en la producción”, señaló Puente.
Te podría interesar: Sheinbaum celebra los 200 años de fundación de la República
Los insumos ilegales se consideran también un riesgo para la seguridad fitosanitaria, pues si las semillas utilizadas contienen una plaga, un nematodo, un virus o una bacteria, esta se puede quedar en el campo del agricultor y afectar la sus siembras cada año.
Leobigildo Córdova, director del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), informó sobre la realización de una campaña dirigida a los agricultores, para capacitarlos sobre prácticas correctas para comprar con distribuidores confiables y leer correctamente las etiquetas de certificación.
De acuerdo con agricultores y personas dedicadas a la cocina, el uso de semillas piratas modifica el sabor de los productos endémicos; por ejemplo, algunas variedades de chiles han ido perdiendo su picor característico.
Te podría interesar: Propone TEPJF validar triunfo de Pablo Lemus en Jalisco
Los campesinos pueden acusar penalmente a los vendedores ilegales, mientras que el CNICS aplica sanciones económicas a quienes trafican.
