La varicela, comúnmente asociada con la infancia, es una enfermedad viral causada por el virus varicela-zóster. Aunque se considera una infección leve en niños, su manifestación en adultos puede ser más severa y, en algunos casos, con complicaciones graves. Por ello, es importante conocer los síntomas que pueden presentarse en esta etapa de la vida.
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Síntomas principales
En los adultos, los síntomas de la varicela tienden a ser más intensos que en los niños. Generalmente, la enfermedad comienza con signos similares a los de una gripe:
Fiebre alta: Los adultos suelen experimentar una fiebre más alta que los niños, que puede superar los 38 °C.
Cansancio extremo y malestar general: Acompañado de fatiga, dolor muscular y pérdida del apetito, los adultos pueden sentir una sensación general de malestar que dificulta el descanso.
Erupción cutánea característica: A los pocos días de la fiebre, aparecen pequeñas manchas rojas en la piel, que rápidamente se transforman en ampollas llenas de líquido. Estas lesiones pueden ser extremadamente incómodas, causando picazón intensa.
Dolor de cabeza y garganta: Los síntomas parecidos a los de un resfriado, como dolor de garganta y dolor de cabeza, también son comunes en la fase inicial de la enfermedad.
Dolores musculares y articulares: En algunos adultos, la varicela también puede causar dolores generalizados en el cuerpo, lo que puede complicar la recuperación.
Complicaciones frecuentes en adultos
A diferencia de los niños, los adultos tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones por la varicela, algunas de las cuales pueden ser graves:
Neumonía varicelosa: Una de las complicaciones más serias en adultos. Puede desarrollarse rápidamente y generar problemas respiratorios, requiriendo tratamiento médico urgente.
Infecciones bacterianas en la piel: Las ampollas pueden infectarse si no se cuidan adecuadamente, lo que podría llevar a infecciones cutáneas graves.
Encefalitis: Esta es una inflamación del cerebro que puede ocurrir en casos graves de varicela en adultos, provocando síntomas como confusión, convulsiones y pérdida de conciencia.
Hepatitis: Aunque rara, la inflamación del hígado también puede ocurrir como una complicación en casos severos de varicela en adultos.
¿Cómo prevenir la varicela en adultos?
Para los adultos que no han tenido varicela o no han sido vacunados, la prevención es clave. La vacuna contra la varicela es altamente eficaz y se recomienda para aquellos que no han desarrollado inmunidad al virus. También es fundamental evitar el contacto cercano con personas infectadas, ya que el virus se propaga fácilmente a través del aire o el contacto con las ampollas.
En conclusión, aunque la varicela es generalmente vista como una enfermedad infantil, los adultos pueden enfrentar formas más graves de la enfermedad y desarrollar complicaciones peligrosas. Si bien la mayoría de los casos se resuelven sin secuelas, es importante estar atentos a los síntomas y buscar atención médica si la enfermedad parece empeorar. La vacunación sigue siendo la mejor herramienta de prevención para evitar un cuadro severo.
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