Un portavoz de la Casa Blanca declaró que a partir de este jueves, Israel aceptó hacer “pausas diarias de cuatros horas” en determinadas zonas del norte de la Franja de Gaza, que se anunciarán con tres horas de anticipación.
Miles de civiles palestinos se marcharon de la zona norte, donde los sangrientos combates entre Hamás e Israel no cesan, para dirigirse hacia el sur de la Franja de Gaza.
Por el ataque de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, que mató a mil 400 personas y 240 civiles fueron secuestrados, Israel prometió “aniquilar a Hamás” en represalia.
Sin embargo, en la Franja, los bombardeos israelíes han matado ya a 10 mil 812 personas, sobre todo civiles, de los que 4 mil 412 eran niños, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
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Además, el territorio palestino se encuentra sin acceso a agua, comida, medicamentos ni electricidad y dependiente de los escasos convoyes de ayuda que entran por el punto fronterizo de Rafah desde Egipto.
No obstante, pese a los reiterados llamamientos a un alto el fuego, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recalcó que no lo concederá sin la liberación de los rehenes.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró este jueves que “no hay posibilidad” de un alto el fuego.
DRS
