Los perredistas han dado mucho de qué hablar en los últimos días y sus balances no son positivos en medio de la lucha electoral por la contienda de 2024 que apenas empieza.
Primero, sus militantes en Guerrero se disfrazaron de damnificados del huracán Otis, exigiendo al gobierno ayuda que, según ellos, no llegaba. Hay videos donde aparecen pidiendo la presencia del Ejército con camiones militares atrás de los supuestos inconformes, en otro video el montaje fue todavía más evidente porque el supuesto ciudadano apartidista resultó ser militante del PRD.
Ya para entonces había caído una mala racha en el partido al ser congeladas todas las cuentas de su partido por un juez desde el 30 de octubre, fecha en la que no han podido pagar salarios ni adeudos con vencimiento precisado con anterioridad.
La incertidumbre financiera del PRD pone de manifiesto los desafíos que enfrentan los partidos políticos en México, especialmente aquellos que han perdido influencia y presencia en varios estados del país, como es este caso.
En un comunicado dirigido al personal del partido firmado por Jonathan Dávila Ríos, coordinador del Patrimonio y Recursos Financieros Nacional del PRD, se informó a los empleados sobre la situación. En el que se da cuenta de que existe una resolución emitida por un Juez Civil de la Ciudad de México que ordenó la retención de los recursos económicos de las cuentas bancarias del partido, lo que ha impedido realizar cualquier transacción financiera.
La situación ha llevado a la suspensión del pago de compromisos y adeudos, afectando a quienes trabajan en las oficinas centrales del partido y en las sedes estatales.
El PRD ha expresado su intención de resolver esta situación mediante acciones legales para proteger los derechos de sus colaboradores.
Existe poca difusión de este problema que afecta a todo el Frente Amplio por México ya que, de por sí, se trata del eslabón más débil de la cadena opositora los otros dos partidos deberán ser congruentes con la solidaridad que le exigen al gobierno federal en el caso de Guerrero y tratar de disminuir la problemática perredista.
Desde luego que toda acción legal en tiempos electorales se presta a interpretaciones variadas y cada quien adopta una postura de acuerdo con su forma de pensar; sin embargo, para nadie es un secreto que el PRD agonizaba; sin embargo, esto parece no importarle a los líderes del PAN y el PRI que comparten con el perredismo sus candidatos y su suerte, en la mayoría de las contiendas de elección popular.
Luego de las elecciones del 6 de junio de 2021 pasado, el PRD perdió su registro en 15 entidades del país, por no superar el 3 por ciento de la votación local requerido, por lo que sus dirigentes plantearán en su Congreso Nacional de diciembre una renovación del instituto político, al parecer sin lograrlo.
El perredismo ha extraviado mucho de su poderío en traiciones y venganzas. La conversión que tuvo en sus ideas políticas al unirse a partidos de tendencia no sólo diferente sino antagónica. Le costó simpatizantes y militantes.
Ahora el PRD requiere en primer lugar enfrentar su querella legal, pero, al mismo tiempo, probar la solidaridad que exigen por otros lados sus socios, por lo menos para pagar salarios y abonar a las muchas deudas que tiene ese partido.
Pero como la traición pareciera ser una de las características de la clase política, sin importar colores ni ideologías, ésta puede ser una buena oportunidad para que sus los partidos aliados lo abandonen a su suerte.
El congelamiento de cuentas no marca el inicio de la crisis que vive ese partido sino la continuidad de su mala administración y alejamiento de simpatías en las urnas.
PEGA Y CORRE.- La renuncia del expresidente, Arturo Zaldívar, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación como ministro, da la oportunidad al Presidente de elegir a su sucesor. Porque así podrá Andrés Manuel López Obrador, en funciones todavía, influir en el nombramiento de su sucesor, al mismo tiempo que bien puede sustituir a Alejandro Gertz Manero en la Fiscalía General de la República o prepararse para ocupar este puesto en el próximo sexenio… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.