Redacción
El reciente anuncio de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos sobre el incremento del salario mínimo para 2026, de 278.80 a 315.04 pesos diarios, equivalente a un aumento de 13 por ciento, generó inquietud entre personas trabajadoras que se preguntan si sus ingresos deben ajustarse en la misma proporción.
Especialistas en materia laboral explicaron que los aumentos salariales en empresas e instituciones no se definen con base en el porcentaje del salario mínimo, sino a partir de negociaciones que consideran principalmente la inflación esperada y las condiciones económicas de cada organización.
Como ejemplo, se expuso que en instituciones educativas de nivel superior los sindicatos han planteado incrementos salariales cercanos al 7 por ciento para 2026, cifra superior a la inflación estimada para el cierre de 2025, que ronda el 4 por ciento, pero menor al aumento autorizado para el salario mínimo.
De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, el salario mínimo representa la remuneración más baja que un empleador puede pagar por una jornada laboral y tiene como objetivo cubrir las necesidades básicas de una familia y proteger el poder adquisitivo de quienes perciben menores ingresos. Por ello, la ley establece que su incremento no puede ser inferior a la inflación, aunque no obliga a que todos los salarios aumenten en la misma proporción.
En México existen dos tipos de salario mínimo: el general, que aplica para la mayoría de las personas trabajadoras, y el profesional, destinado a ciertos oficios y actividades específicas. Ambos se actualizan mediante acuerdos en la Conasami, pero sus ajustes no necesariamente coinciden ni se trasladan de forma automática a otros niveles salariales.
Durante una conferencia oficial realizada a inicios de diciembre, se informó que el aumento permitirá que el salario mínimo mensual supere los 9 mil 500 pesos en la mayor parte del país y se ubique por arriba de los 13 mil pesos en la Zona Libre de la Frontera Norte, donde el ajuste diario alcanzará 440.87 pesos.
El Gobierno federal reiteró que el incremento al salario mínimo no provocará inflación y que existen acuerdos con el sector empresarial para mantener estables los precios de la canasta básica, cuyo valor no debe exceder los 910 pesos semanales, de acuerdo con el Programa contra la Inflación y la Carestía.
La Conasami estimó que alrededor de 8.5 millones de personas se beneficiarán de manera directa con el aumento salarial. Asimismo, se mantiene la meta de que hacia 2030 el salario mínimo alcance un nivel equivalente a 2.5 canastas básicas, mientras que los incrementos al resto de los salarios continuarán dependiendo de negociaciones específicas entre trabajadores y empleadores.
