El municipio vive una crisis creciente por la falta de acción del gobierno encabezado por Blanca Guadalupe Sánchez Osorio, más de 20 mil viviendas padecen escasez
Mario López
GRUPO CANTÓN
El municipio de Acolman, encabezado por la presidente municipal Blanca Guadalupe Sánchez Osorio, enfrenta una crisis por las omisiones persistentes del propio gobierno municipal, cuya falta de intervención ha permitido el deterioro de servicios básicos y el aumento de riesgos para miles de habitantes.
En colonias limítrofes como Chiconautla, Granjas Familiares y parte de Real del Valle, vecinos denuncian que el ayuntamiento ha dejado sin atención áreas que sí le corresponden: alumbrado público, desazolve, recolección de basura y mantenimiento de calles.
La ausencia de estas acciones mantiene a comunidades enteras en penumbra, con basura acumulada y vialidades intransitables, pese a reportes constantes.
El problema más grave es el colapso del drenaje. En Santa Catarina Acolman, cada temporada de lluvias el agua residual invade escuelas, comercios, avenidas y viviendas.
Habitantes aseguran que el municipio ha ignorado durante años los diagnósticos que advierten la insuficiencia de la red, mientras permite la expansión de fraccionamientos que saturan aún más la infraestructura.
A ello se suma la escasez de agua potable, que afecta a más de 20 mil viviendas. Pese a contar con pozos municipales, denuncias señalan mala administración, escasa supervisión y ausencia de controles que incluso facilitaron la extracción ilegal de agua. La vigilancia municipal sobre su propio sistema hidráulico ha sido mínima.
La inseguridad también refleja omisiones. Hallazgos de restos humanos en caminos y carreteras exhiben la falta de estrategias efectivas de prevención y patrullaje local, además de una débil coordinación con corporaciones estatales.
Finalmente, aunque el ayuntamiento firmó recientemente convenios intermunicipales para atender drenaje, seguridad e inundaciones, vecinos consideran que la respuesta llegó tarde y solo ocurrió tras protestas y bloqueos carreteros.
En síntesis, el principal problema de Acolman es la falta de acción de su gobierno, cuyas omisiones prolongadas han permitido que los servicios colapsen, el agua falte, la infraestructura se deteriore y la inseguridad avance, dejando a la población en un estado crítico y de alta vulnerabilidad.
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