Cristian Millan
Neymar ha vuelto a colocarse en el centro de la conversación futbolística tras haberse abierto una puerta inesperada hacia el Mundial 2026. Carlo Ancelotti, técnico de la selección brasileña, ha dejado claro que el delantero todavía puede formar parte del proyecto mundialista, siempre y cuando responda en la cancha durante los próximos meses. El escenario le ha otorgado una última gran oportunidad en su carrera internacional.
El atacante ha sido evaluado con lupa tras sus constantes lesiones y su irregularidad reciente, pero ha mantenido vivo su deseo de regresar a la élite. El mensaje del cuerpo técnico ha sido firme: su convocatoria dependerá del nivel que logre mostrar antes de que cierren las listas definitivas. La presión ha vuelto a rodearlo, pero también la posibilidad de reivindicarse.
Neymar ha tenido que enfocarse en recuperar su ritmo y en demostrar que conserva la explosividad que lo ha caracterizado. Su regreso al Santos le ha permitido reencontrarse con un entorno que conoce a la perfección, donde ha buscado retomar confianza partido a partido. Los reflectores lo han acompañado en cada presentación.
La exigencia física ha sido uno de sus principales retos, pues necesita dejar atrás los problemas que lo han marginado. El cuerpo técnico ha evaluado su evolución constantemente, entendiendo que su estado de forma será determinante para otorgarle un lugar entre los seleccionados. La estabilidad en su rendimiento será clave.
Su calidad técnica jamás ha sido cuestionada, pero Ancelotti ha solicitado más que talento: ha pedido compromiso absoluto con la selección. Neymar ha respondido con trabajo y disposición, consciente de que su liderazgo puede ser determinante en un torneo tan exigente como el Mundial. La responsabilidad ha recaído nuevamente sobre sus hombros.
El panorama hacia 2026 ha presentado una competencia feroz, con nuevas figuras que han buscado consolidarse en la selección brasileña. Neymar, sin embargo, ha contado con la experiencia y el peso histórico que lo mantienen como una opción real. Su desafío ha sido demostrar que sigue siendo indispensable dentro del grupo.
Brasil ha observado con expectativa el desarrollo de esta historia, esperando que el delantero pueda reencontrarse con su mejor versión a tiempo. Neymar ha tenido en sus manos la posibilidad de regresar al escenario más grande del fútbol, y los próximos meses han sido decisivos para definir si su nombre reaparecerá en una Copa del Mundo.
