El síndico municipal, Felipe Martínez Gómez, volvió a exhibir su comportamiento visceral, conflSAPASNIR orientado al escándalo, intentando manipular información en la pasada sesión de Cabildo para presentarse como víctima tras su remoción como comisario del organismo de agua SAPASNIR.
Lejos de asumir con seriedad las responsabilidades de su cargo, el funcionario —quien esta señalado con antecedentes de denuncias públicas por despojo de inmuebles, amenazas, intimidación y escándalos administrativos— decidió nuevamente apostar por la confrontación política, distorsionando deliberadamente los hechos ante la opinión pública.
UNA REMOCIÓN QUE ERA YA SABIDA… Y QUE ÉL MISMO SE NEGÓ A ACEPTAR
De acuerdo con información interna del propio organismo, Martínez Gómez no aceptó los cambios aprobados por votación, encaminados a mejorar el servicio de agua potable para miles de familias.
Pese a ello, en sesión de Cabildo se presentó como “agraviado”, ocultando lo esencial:
que él mismo sabía que su periodo como comisario no tiene un tiempo determinado y como tal, la decisión se tomó de forma colegiada por el Consejo Directivo del Organismo; ya que su permanencia resultaba un obstáculo para la eficiente operatividad del organismo.
DE NUEVO EN EL «ESPECTÁCULO»: ACUSACIONES SIN PRUEBAS
Con su característica actitud reactiva y pendenciera, el síndico lanzó acusaciones infundadas y sin sustento legal alguno, buscando atraer reflectores y generar tensión política.
No presentó una sola prueba, porque su intención —afirman funcionarios consultados— es crear un clima de confrontación, no resolver los problemas que aquejan a la ciudadanía.
UN HISTORIAL QUE LO PERSIGUE
La conducta del síndico no sorprende. Diversos episodios lo han colocado antes en el centro de la polémica:
• Denuncias de despojo del Centro de Protección Animal “Pergatuzoo”, ampliamente difundidas en redes y medios.
• Señalamientos por despojo de terrenos y conflictos vecinales.
• Acusaciones de amenazas, intimidación y acoso, realizadas por distintos sectores.
• Incluso su nombre ha aparecido relacionado en narcomantas, que circularon en el municipio, generando gran inquietud entre la ciudadanía.
• A ello se suma su constante obstruccionismo político, oponiéndose sistemáticamente a todo sin proponer soluciones de fondo.
Todo ello ha configurado una percepción pública de un funcionario que opera con métodos de presión, manipulación mediática y acciones de dudosa legalidad.
“QUE DECIDAN SIN EL HÍGADO”… PERO ÉL GOBIERNA CON VISCERAS
En su intervención en Cabildo, Martínez Gómez pidió irónicamente que “quien toma decisiones lo haga de manera razonada, no con emociones ni con el hígado”.
Sin embargo, él mismo se ha caracterizado por actuar desde el enojo, la visceralidad y una búsqueda permanente de conflicto político, incluso contra el mismo partido que le otorgó la oportunidad de representarlo en el Ayuntamiento.
EL OBJETIVO: PROVOCAR RUPTURA Y GANAR PROTAGONISMO
La estrategia del síndico es clara:
victimizarse para obtener atención mediática, generar inestabilidad y alimentar una falsa narrativa de persecución, en un intento de fracturar la gobernabilidad municipal.
Pese a su actuación, el Ayuntamiento mantiene la ruta institucional y los procesos de mejora en SAPASNIR continúan sin contratiempos, privilegiando el servicio a la ciudadanía por encima de los intereses personales de cualquier funcionario.
