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El privilegio de hacer una pausa

 

Ir a un retiro espiritual es para mí un verdadero privilegio, es decidir darme una pausa en medio del ritmo acelerado de la vida, de las responsabilidades, del trabajo, de mis hijas y de los tiempos que nunca parecen alcanzar.

Poder detenerme y dedicar unos días al silencio, a la introspección y al reencuentro conmigo misma es un regalo inmenso.

Cada vez que logro detenerme en el camino, confirmo que tenía que ser así, que ese espacio me estaba esperando y que nada de lo vivido fue casualidad, lo valoro profundamente y me lo agradezco desde el alma. Esta vez fui al retiro de Durga Stef, en la columna anterior escribí su biografía y ahora que pasé cuatro días aprendiendo su metodología, veo en ella una profunda entrega y compromiso con su comunidad.

Y no me equivoqué… era ahí en donde tenía que hacer mi trabajo de introspección profunda, Durga no sólo proyecta la honestidad en su podcast, la congruencia de su enseñanza desde la honestidad la transmite también en su retiro, ella es congruente con lo que piensa, con su entrega y con lo que hace en su vida cotidiana.

Durga muestra su vulnerabilidad tan a flor de piel, que transmite y emana tal seguridad que te sientes en confianza para entregarte por completo al trabajo interior.  Convivir con más de 80 mujeres de diferentes partes del mundo es maravilloso y varias de ellas compartieron lo que las llevó a ese espacio. A la hora de escuchar el motivo que las lleva al retiro me doy cuenta de que la energía de todas se amalgama en una sola construida entre cánticos de mantras, danza libre, sonrisas, miradas encontradas, lágrimas voluntarias, lágrimas involuntarias, de felicidad o de dolor.

También es un privilegio coincidir con personas maravillosas que con su presencia y su guía nos ayudan a que esos días se saque el mayor provecho, hablo del staff en acompañamiento con Durga, sus músicos hacen que los momentos de introspección sean mágicos, la logística de su staff es como un vals, todo lo hacen con tanto cariño que los días y las experiencias en el bosque, en momentos de trabajo uno a uno, los tiempos de yoga, etc., sean precisos e inolvidables

Hubo un día que la experiencia sería sauna y hielos, Durga nos fue guiando desde el inicio recordándonos que somos más fuertes que nuestra mente y que lograríamos vencer los miedos y nuestro autosaboteo diciendo… no podré.  En lo personal ni siquiera llevaba el traje de baño puesto porque me desperté pensando en… ¿Yo? ¡Imposible! que frío, son las 6 am y está helando, obviamente el frío del bosque me invitaba a quedarme en la cabaña en lo que las demás terminaban, pero al escuchar las palabras de Durga, regresé a la cabaña por mi traje de baño y llegué a la zona de trabajo, fue en acompañamiento que entré al espacio de hielo con 5 personas más en donde nuestras miradas estaban acompañadas de confianza y del ritmo de la respiración, y no sentí el frío hasta que me sumergí a la altura del pecho, ¡claro! Mi corazón comenzó con un ritmo acelerado pero las miradas entre todas decían lo logramos, fueron dos minutos en silencio registrando una respiración acorde y en ritmo de todos hasta lograrlo para salir de la zona de hielos, y pasar a la fogata en donde la guía nos indicaba como bajar poco a poco el ritmo hasta llegar a la temperatura ideal, nunca olvidaré la experiencia no solo era el reto de vivirlo, fue más allá de eso, fue recordar el poder de la mente y de lo que puedo lograr venciendo las barreras mentales.

Llegué sin expectativas al retiro y me propuse fluir con lo que vendría, y me voy con un valor agregado aparte de la belleza de la experiencia y es que el trabajo no termina ahí, no es un cierre y ¨Ciao bella¨. El trabajo continúa para seguir en acompañamiento con la sangha (comunidad) no soltarte habla de una persona comprometida y profesional que continúa acompañándote día con día y eso es muy valioso.

Quien honra a sus maestros honra a su linaje, y Durga traspasa fronteras compartiendo la enseñanza de Ram Dass.

El cuarto día, al término del retiro, pude compartir  que lo vivido fue la unión de todos en una canción, hasta llegar a lo más alto del mantra, en donde la vibración se convirtió un solo sonido, el sonido de la unidad, en donde todos éramos uno.

Con cariño: Marcela.

 

Room: marceladelosriosv@gmail.com

X: @DeLos53271

FB: Marcela de los Ríos

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