Después de 40 días de parálisis administrativa, el Senado de Estados Unidos logró este domingo un acuerdo bipartidista para restablecer el financiamiento del gobierno federal y poner fin al cierre gubernamental más prolongado en la historia del país.
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La medida permitirá reactivar servicios públicos suspendidos y aliviar la presión sobre la economía, afectada por la falta de gasto público y la incertidumbre presupuestal.
El pacto, respaldado tanto por republicanos como por demócratas, asegura la financiación temporal del gobierno hasta enero, tras semanas de desacuerdos en torno a los subsidios de salud, los beneficios alimentarios y los recortes de personal impulsados por el presidente Donald Trump.
Entre los puntos clave del acuerdo figura la restitución de recursos al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), vital para más de 42 millones de estadounidenses de bajos ingresos que dependen de esta ayuda para comprar alimentos.
Su interrupción había generado preocupación por el impacto en el consumo interno, un componente esencial del crecimiento económico.
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El proyecto, que se va a votar primero en el Senado y luego en la Cámara de Representantes antes de su promulgación presidencial, busca estabilizar el gasto federal y ofrecer un respiro temporal a millones de familias y empresas que dependen de los flujos de recursos públicos.
