El punto de inflexión, según empleados del lugar, está relacionado con el ingreso de Humberto Moheno como director de administración
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- El Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” atraviesa una crisis interna marcada por denuncias de acoso laboral, corrupción, carencia de insumos médicos y cancelación de cirugías, según testimonios de trabajadores y pacientes. Dos empleados con más de una década en la institución afirmaron que desde la llegada del director de Administración, Humberto Moheno Diez, se ha generado un ambiente de hostigamiento y desorden que ha afectado el funcionamiento del hospital.
“Nos aqueja la mala distribución de los recursos públicos, el acoso sistemático por parte de Humberto Moheno Diez y de su equipo de trabajo y la mala gestión de su administración”, declaró Jorge Laurentino Espinal, integrante del área de Control e Integración Presupuestal. En diciembre de 2024, Espinal entregó al director general, Carlos Pineda Villaseñor, un documento en el que enumeró irregularidades como cobros indebidos a pacientes en el estacionamiento, cancelación de cirugías, mal servicio en el comedor y suspensión de las tarjetas de despensa.
Los trabajadores aseguraron que las quejas no prosperan, pues el propio Moheno preside el Comité de Ética y la Unidad de Transparencia, por lo que las denuncias terminan bajo su control. “Lo que demuestra también que el director administrativo preside varios comités en su afán de controlar todo”, relató un enfermero del instituto.
El personal afirmó que las deficiencias afectan directamente a los pacientes. Áreas como la de hidroterapia se encuentran abandonadas desde hace más de dos años, lo que ha impedido la atención de personas como Gerardo Osmany González Pulido, quien tras una fractura no pudo acceder al servicio. “Hace dos años que no funciona el tanque o la alberca donde se hacen los ejercicios. Acudí a sacar una cita, me dijeron que fuera a la dirección general; se me negó el acceso”, explicó.
Las instalaciones, señalaron los empleados, presentan filtraciones, baños sin papel ni jabón y mobiliario en mal estado. Espinal advirtió además que “la alusión que el Lic. Humberto Moheno Diez hizo en la reunión del día 18 de diciembre del 2024 en la que afirmó que se tuvieron que cancelar el 40% de las cirugías”, confirma el deterioro operativo.
El personal también denunció la falta de uniformes adecuados y materiales básicos, como jeringas. Un enfermero relató que el calzado entregado se rompió en pocas semanas y que incluso en años anteriores recibieron zapatos de mala calidad.
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