Ultimo Messaggio

Ley de Amparo: la venganza tramada por AMLO en 2005 CDMX, vanguardia en cuidados y derechos

Con una película sobre el miedo, la infancia y la hermandad, que está más cercana a un
poema que a una narración tradicional, Ernesto Martínez Bucio se estrena como cineasta.

Gracias a El diablo fuma, coescrita junto a la poeta Karen Plata, el cine mexicano encuentra una de sus apuestas más sensoriales y emotivas del año.

“Es una película oral, más emocional que narrativa”, resume Ernesto cuando se le pregunta de qué trata El diablo fuma (y guarda las cabezas de los cerillos quemados en la misma caja).

También te puede interesar: Teléfono negro 2 llega a México, ‘el terror vuelve a sonar’

El filme, ganador del premio a Mejor Ópera Prima en la Berlinale 2025, retrata a cinco hermanos que quedan solos con su abuela, una mujer que percibe la realidad de forma distorsionada y teme a fuerzas externas. A través de ellos, explora los miedos, la pérdida y los vínculos invisibles que sostienen a una familia cuando todo se derrumba.

“Queríamos que se pareciera más a un poema que a una novela, más a un álbum de fotos familiares que a un comercial”, explica Karen Plata, quien viene del mundo de la poesía y coescribe junto a Martínez Bucio este relato íntimo, fragmentario y profundamente visual.

No hay protagonista único ni línea argumental clara: cada niño aporta un pedazo del
encierro, de ese miedo compartido hacia el mundo exterior y hacia sí mismos.

El germen del proyecto nace de recuerdos personales y terrores de la infancia. “Yo le tenía mucho miedo al diablo”, confiesa Ernesto. “Estudié en una escuela católica donde las clases de religión me daban pavor. Cuando nos mudamos a una casa nueva, recuerdo que pensé: ‘detrás de las cortinas sale el diablo, y del clóset sale el muerto’.

“Y escogí la cama más cerca del diablo. Era una forma de explorar cómo convivimos con
nuestros miedos”.

Karen, por su parte, imaginó “ideas que tenía de niña y cómo, ya de adulta, las veo desde
otro lugar”.

La colaboración entre Ernesto y Karen fue un proceso de choque y descubrimiento. “Nos
costó trabajo al principio. Ella venía de la poesía y yo de una estructura más de acción-reacción. Pero entendí que había que renunciar a la causalidad inmediata, sin perder la consecuencia”, dice Martínez Bucio.

El guion se construyó como en conjunto, uno escribía, el otro reescribía encima, y en
edición ambos moldearon la historia. “Fue un trabajo colectivo, incluso el fotógrafo y el
editor formaron parte del proceso narrativo”, agrega.

También te puede interesar: Experimento cinematográfico: Gustavo Loza hace honor al título de su película Renacer

El resultado es una obra que respira desde las emociones y no desde la lógica. Una película que habla del miedo como herencia, de la infancia como territorio salvaje y del cine como memoria sensorial.

El diablo fuma no pretende explicar nada: solo dejar que el fuego, como los recuerdos,
ilumine lo que no puede decirse.

No te la pierdas

El diablo fuma ganó el premio GWFF a Mejor Ópera Prima en la Berlinale 2025.

Ernesto Martínez Bucio estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y realizó un máster en el País Vasco, tutelado por Michel Gaztambide, coguionista de Víctor Erice.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *