México sufre un grave problema de salud pública: la obesidad y sobrepeso infantil. Ante esta situación, el Paquete Económico 2026 contempla las llamadas “contribuciones saludables”, que proponen subir en 87 por ciento el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) para las bebidas azucaradas.
Este gravamen pretende pasar de 1.64 pesos por litro a 3.08 pesos, con lo que el Gobierno proyecta recaudar más de 75 mil millones de pesos, es decir, 73.8 por ciento más que lo estimado este año.
Los menores de cero a nueve años de Nayarit, Baja California Sur, San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas enfrentan el mayor riesgo de tener estos padecimientos, reveló el Atlas de Riesgos para la Nutrición de la Niñez en México, realizado por las organizaciones Save the Children y el Centro de Excelencia e Innovación para los Derechos y Oportunidades de la Niñez (CEIDON).
También te puede interesar: En estos estados habrá Ley Seca en el 15 y 16 de septiembre
Autoridades de Salud han señalado como el principal problema de obesidad y sobrepeso en la niñez a malos hábitos alimenticios, así como el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas, comida rápida y altos niveles de grasas saturadas.
Obesidad infantil, problema multifactorial
Sin embargo, la coordinadora de Investigación Básica del CEIDON, Marina Díaz Enríquez, explicó que “no hay un factor (en específico), sabemos que el sobrepeso, la obesidad, la desnutrición, es un problema multifactorial y complejo que no tiene solamente una causa”.
“Este fenómeno es multifactorial, no sólo depende de la alimentación, porque el tema socioemocional va de la mano con el de la nutrición; “la ansiedad te provoca muchas veces que comas de más productos chatarra que realmente no te nutren (…) sí tiene un impacto el tema de la nutrición el aspecto de la violencia, ya sea para desnutrición o para sobrepeso y obesidad”, dijo.
La especialista señaló que la inseguridad también afecta, no es una causa única de que los menores sufran el sobrepeso y la obesidad, “pero de que influye, claro que influye y es uno de los hallazgos”, señaló en entrevista con este medio.
Díaz Enríquez explicó que la violencia intrafamiliar también afecta “justamente es eso, los ambientes tóxicos o los ambientes de estrés, cuando una niña o un niño está dentro de un ambiente de estrés debido a la inseguridad o a la violencia, pues, obviamente, o come más o come menos”.
También te puede interesar: Pobladores de Petlacala demandan maestros e infraestructura
Propuesta contra mala nutrición
La especialista explicó que una de sus propuestas para combatir la mala nutrición es que los comedores comunitarios “no sean sólo espacios en el cual las personas, las madres, los padres, los cuidadores y los niños vayan a comer y se regresan a sus casas, sino que sean espacios en donde se les enseñe cómo pueden comer”.
Además, indicó que en estos lugares se debe educar en qué es lo que pueden ingerir y cómo preparar los alimentos que existen en sus regiones “y entonces es lo que llamamos la potenciación de la de la cocina familiar”.