Redacción
Este lunes, entró en vigor la ley SB17 en Texas, que prohíbe la compra de propiedades a individuos y entidades originarios de China, Rusia, Irán, Corea del norte y otros países que son considerados como una “amenaza” para la nación estadounidense. La ley fue firmada el pasado 26 de agosto por Greg Abbott, gobernador de Texas como parte de un paquete de tres leyes contra los llamados “adversarios extranjeros”.
Las restricciones para la adquisición de bienes inmuebles aplican a gobiernos, empresas extranjeras, y a personas que cuenten con ciudadanía, residencia permanente o vínculos políticos con dichos países. Sin embargo, la medida es más flexible para los extranjeros que cuenten con visas de estudiante o de trabajo, pues tendrán derecho a adquirir una única vivienda.
Entre las sanciones que podrían aplicarse en caso de incumplimiento a la ley se encuentra la pena de cárcel de hasta dos años y multas de hasta 10,000 dólares. Las empresas u organizaciones podrían recibir demandas de hasta 250,000 dólares o la mitad del valor de la propiedad involucrada en la infracción.
Los partidarios de la medida afirman que el propósito es proteger al país, ya que, según la Evaluación Anual de amenazas 2025, se han identificado riesgos importantes relacionados con la venta de bienes a extranjeros. Sin embargo, hay quienes se oponen al considerar que es un acto “discriminatorio” y que afecta a quienes residen de manera legal en Texas.
La autora de la ley, Lois Kolkhorst, había intentado impulsar una medida similar en Texas en 2023, pero no se concretó; sin embargo, afirma que, actualmente, la legislación es más contundente. Este tipo de restricción no es exclusiva de Texas; más de la mitad de los estados del país ya cuentan con leyes que limitan la adquisición de propiedades por parte de extranjeros.