El Museo Universitario del Chopo celebra cinco décadas con la exposición Era un árbol y se convirtió en un bosque, una muestra que articula archivos, piezas de arte y memoria colectiva para reflexionar sobre la historia del recinto y su papel en la vida cultural de México.
La exposición conmemorativa del recinto museístico no se limita a mostrar objetos: propone un ejercicio curatorial que cruza generaciones, disciplinas y miradas sobre lo que ha significado este espacio desde su inauguración en 1975.
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Historia del Chopo un retrato de muchas voces
Para Israel Corona, conservador del museo, la memoria del Chopo es imposible de resumir en una sola narrativa. “Es un reto que se comparte con muchas autoridades, con la UNAM misma, el INBA, el INAH. Como equipo dentro del museo también trabajamos de manera multidisciplinaria, tratamos de exhibir eso dentro de la exposición, hay distintas miradas de distintos departamentos que no puede dar una sola respuesta a lo que han resultado estos 50 años, sino muchos planteamientos de lo que han significado muchas generaciones, muchos entendimientos sobre el arte y la cultura”.
El recinto, cuya estructura metálica se diseñó en 1902 por Bruno Möhring para la Exposición de Arte e Industria Textil, en Düsseldorf, Alemania, ha tenido múltiples vidas.
Desmontado y trasladado a México, primero funcionó como pabellón en ferias internacionales, después albergó al Museo Nacional de Historia Natural y finalmente se transformó en sede universitaria.
Esa herencia arquitectónica y científica continúa viva en el imaginario popular. “Ese pasado modernista como pabellón de exposiciones de arte y objetos industriales, y después el museo, forman parte importante de este legado”, explica la conservadora Karol Wolley.
“Toda la parte arquitectónica que es emblemática tiene que ver totalmente con ese pasado del estilo modernista que se gestó en Alemania, y posteriormente el Museo de Historia Natural consolidó este recinto como un hito en la cultura popular porque aquí se encontraba la colección de ciencias naturales más importante del país”, agregó.
Fondo Museo Universitario del Chopo.
La muestra reúne materiales diversos, desde planos históricos y archivos documentales hasta obras de arte contemporáneo. Uno de los aciertos curatoriales fue poner en diálogo estos soportes para trazar una línea de continuidad.
“La exposición retoma una variedad de documentos y obras, y era importante en ese momento hacer un balance entre el archivo y las piezas de arte”, señala Wolley. “Para la exposición se restauraron un par de piezas, como los planos históricos del edificio, ya que se considera fundamental exhibir estos materiales para dar una idea de la complejidad de infraestructura y arquitectónica que ha pasado este recinto”.
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Medio siglo después, el museo continúa siendo un bosque de memorias, voces y expresiones que nutren el presente artístico de México.
¿Sabías que…?
El Museo del Chopo nació en Alemania: fue un pabellón diseñado en Düsseldorf en 1902 y trasladado pieza por pieza a México en 1903.