La cifra es terrible. Más de doscientos periodistas, concretamente doscientos once han muerto en la franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023 cuando más de mil terroristas de Hamás salieron de Gaza para asesinar a miles de civiles inocentes israelíes.
Los últimos cuatro eran informadores de la televisión catarí Al Jazeera. Se trataba de un corresponsal y tres camarógrafos. Los asesinados, que formaban parte de un equipo de televisión.
Los compañeros fueron atacados mientras se encontraban en una tienda de campaña enfrente del acceso principal del hospital Al-Shifa, el más importante de la Franja de Gaza. El corresponsal Anas Al-Sharif era un hombre joven de 28 años, muy conocido en el enclave palestino.
Pues resulta que el ejército israelí dice que el conocido reportero era un terrorista y lo vinculó con el terror de Hamás
Todo esto me resulta muy familiar. En 2003, el ejército estadounidense asesinó en Bagdad a nuestro amigo y compañero José Couso, camarógrafo de Telecinco. La razón que adujeron es que en el hotel que fue atacado, el Palestina, había francotiradores. El ejército estadounidense sabía mejor que nadie que ahí solamente vivían unos periodistas.
En la antigua Yugoslavia perdieron la vida más de setenta compañeros. Y así continúa esta trágica cuenta, guerra tras guerra. Y es que siguen sin entender que pueden acabar con el mensajero, pero jamás con el mensaje.
Es lo que tiene la libertad y más la libertad de la palabra. Podrán censurar, querrán esconder la verdad, pero es demasiado útil y pura y la verdad siempre encontrará una salida, aunque maten al mensajero.
@pelaez_alberto