A pocas horas de que Donald Trump se reúna con el líder ruso Vladímir Putin en Alaska, este viernes 15, para discutir el fin de la guerra en Ucrania, los líderes europeos lanzaron una ofensiva diplomática coordinada para garantizar que la voz de Kiev no quede relegada. Mediante reuniones virtuales, llamadas telefónicas y declaraciones conjuntas, figuras clave desde Berlín hasta París y Varsovia insistieron en que “nada sobre Ucrania se decida sin Ucrania” y en que cualquier ruta hacia la paz comience con un alto el fuego verificable.
El canciller alemán, Friedrich Merz, y el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmaron que Trump se mostró receptivo. Merz señaló que el estadounidense “comparte en gran medida” la postura de Europa, incluyendo que las hostilidades cesen antes de cualquier discusión territorial. Macron enfatizó que “las cuestiones territoriales… solo serán negociadas por el presidente de Ucrania” y añadió que Trump expresó su acuerdo. Los europeos también presionaron para que se establecieran garantías de seguridad sólidas que aseguraran la defensa a largo plazo de Ucrania.
Sin embargo, Trump ha insistido en la idea de un intercambio de territorios, una fórmula que Kiev rechaza por considerarla una capitulación ante la agresión. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió que Rusia está preparando nuevas ofensivas y que cualquier concesión serviría de trampolín para futuros ataques. “Las concesiones no convencen a un asesino”, dijo el ucraniano.
Mientras Londres ha instado a una diplomacia discreta para evitar provocar a Trump, los líderes continentales han hecho declaraciones públicas, subrayando que las fronteras internacionales no deben modificarse por la fuerza. La postura unificada de la UE se ve respaldada por su creciente influencia: ahora proporciona más ayuda militar y financiera a Ucrania que Washington y posee aproximadamente 200 mil millones de euros en activos rusos congelados, considerados vitales para cualquier acuerdo de reconstrucción.
La reunión del viernes será la primera entre un presidente estadounidense en funciones y Putin desde 2021. Trump ha señalado que será una sesión para allanar el camino a una segunda reunión, posiblemente trilateral, con Zelenski, pero solo si Putin demuestra “buena fe”. Advirtió que Rusia podría enfrentarse a “consecuencias muy graves” si no se compromete seriamente, aunque admitió que probablemente no podrá impedir que Moscú ataque a civiles.