Redacción
En junio de 2026, el Gobierno de México presentará la primera flotilla piloto de Olinia, un mini vehículo eléctrico ultraligero diseñado y desarrollado íntegramente por talento nacional. El proyecto, coordinado por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, integra a especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Tecnológico Nacional de México (TecNM), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y centros públicos de investigación. Su objetivo es posicionar al país como un referente en movilidad sustentable y ofrecer una alternativa de transporte accesible y adaptada a las condiciones de México.
El diseño final de Olinia, que será revelado en septiembre de este año, contempla un vehículo eléctrico ligero, capaz de subir pendientes, recargable en enchufes domésticos y con costos de operación menores que los de un automóvil a gasolina o una motocicleta. Tendrá un distintivo cultural: un alebrije en forma de liebre con alas, símbolo de inteligencia, adaptabilidad y dinamismo, que también servirá como sello de calidad de la marca.
El IPN lidera áreas clave como el diseño exterior e interior, así como el desarrollo de sistemas embebidos que controlarán y monitorearán cada unidad. Además, avanza en la elaboración de un plan de negocios y en la proyección de una planta armadora, con un progreso estimado del 90 por ciento. Por su parte, el TecNM participa con 20 institutos y 34 investigadores concentrados en Puebla, reforzando la colaboración interinstitucional como un compromiso con la independencia científica y tecnológica.
La presidenta Claudia Sheinbaum estableció como meta entregar los primeros vehículos a mediados de 2026 y aseguró que su precio será más bajo que el de cualquier modelo comercial similar. El enfoque inicial contempla sustituir mototaxis por unidades más cómodas, seguras y rentables, así como desarrollar versiones comerciales para carga y reparto en zonas de difícil acceso.
El proyecto Olinia se presentó junto con los avances del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores Kutsari, que cuenta ya con instalaciones listas en Puebla, Jalisco y Sonora. Este programa busca diseñar el primer chip comercial mexicano antes de que concluya 2025, con aplicaciones iniciales en el sector médico, como la detección temprana de problemas renales o diabetes mediante análisis de saliva.
Kutsari ha iniciado alianzas con empresas nacionales e internacionales, entre ellas Intel y Siemens, así como con centros de investigación en Corea y Bélgica, con el propósito de generar propiedad intelectual comercializable rumbo a 2030. Tanto Olinia como Kutsari forman parte de los 12 proyectos estratégicos impulsados por el actual gobierno para fortalecer la ciencia, la tecnología y la innovación en México.
Las autoridades subrayaron que ambas iniciativas buscan romper con el trabajo aislado de las instituciones académicas, fomentando equipos interdisciplinarios y con enfoque en beneficios sociales. La visión es que la ciencia y la tecnología dejen de ser solo logros académicos y se conviertan en herramientas de justicia social y soberanía nacional.