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Este martes nos sorprendió la muerte de Ozzy Osbourne, una leyenda musical que dejó un legado tanto con Black Sabbath como en su etapa solista.

La cercanía de Ozzy ante sus fans fue notoria, pues algunos acudieron al sitio donde está su estrella, en el Paseo de la Fama de Hollywood para dejar alcohol, velas, una corona de flores hasta fotografías de seguidores conviviendo con él y artículos de colección que pocos de ellos tenían en su poder.

Pero hablemos del otro lado de Ozzy, el de la estrella del reality.

Y es que antes de The Simple Life de Paris Hilton y Keeping Up With The Kardashians, The Osbournes (2002-2005) se convirtió en el programa que nos mostró la antítesis de lo que era la vida de una leyenda como él: más allá del rock.

Sharon, Kelly, Jack y Ozzy fueron los protagonistas de este programa que no tenía un guión. Mostró el lado torpe del cantante, pues después de ofrecer grandes conciertos o dar entrevistas tenía que sacar la basura, tratar de ver la televisión y ser padre, papel del que muchos lo vieron con ternura.

Ozzy se mostraba como tal, un amante de la oscuridad con cada decoración en su mansión de Beverly Hills y también como el esposo que apoyó a Sharon durante su diagnóstico de cáncer, el que impulsó a Kelly a lanzarse como cantante y también a educar a Jack para tener un futuro de provecho.

La idea de The Osbournes era mostrar que no todo en la vida de Ozzy era drogas y rock and roll. La mente de este proyecto fue Sharon y funcionó –ya sabemos de quién aprendió Kris Jenner–.

Tal fue su impacto que a partir de este reality, algunos rockeros como Gene Simmons de KISS y hasta Bret Michaels de Poison buscaron replicar dicho modelo pero no tuvieron el éxito que el del originario de Birmingham.

Tras la muerte del cantante lo recordaremos por canciones como Crazy Train, Mr. Crowley, No More Tears y también por romper con la idea de que un reality show es solo para banalidades.

En otro orden de ideas, Tyler, The Creator estrenó de forma “sorpresiva”, Don’t Tap The Glass, un manifiesto sobre el baile y la forma en que los humanos han dejado de lado esa actividad.

Y es que mediante un statement, Tyler mencionó que sus amigos le dijeron que no bailaban por miedo de volverse memes en redes sociales, situación que le causó sentido al rapero y decidió lanzar un álbum up-tempo.

Sonidos de los años ochenta y actuales son lo que Tyler presenta en poco menos de media hora. ¿Cómo serán los próximos shows del rapero?

Seguimos…

 

     @Leo_vega

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