Elio Henríquez/La Jornada/Bochil, Chis. – El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ofreció una disculpa pública a los familiares de Marisol Martiríz Guzmán, originaria de El Salvador, quien falleció hace 10 años, a causa de negligencia médica, y se comprometió a mejorar la atención a los pacientes.
Presente en el acto que se llevó a cabo en un salón del ayuntamiento, su esposo, Miceli Eduardo Gómez Hernández dijo que no acepta la disculpa porque no llegó el director general, Zoé Robledo, no se hizo en un sitio público y porque no se han tomado las medidas para la no repetición de los hechos.
La disculpa ofrecida por el IMSS se dio como resultado de una propuesta de conciliación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), “por la inadecuada atención de servidores públicos del Instituto”, de fecha 14 de diciembre de 2018, que contiene 11 puntos.
Por el IMSS acudió, entre otros, Ramón Narváez, coordinador de atención a quejas y casos especiales nivel central, y la disculpa pública fue dada por Guadalupe Inocencio Hernández Vaquerizo, director del hospital rural de Bochil, municipio situado en el norte de Chiapas.
“Este acto tiene como finalidad el reconocimiento de responsabilidad por parte del IMSS de las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en contra” de Marisol Martíriz Guzmán, así como de su familia, en cumplimiento a lo ordenado por la CNDH, como medida de satisfacción, en el marco de la reparación integral del daño y en este día tan significativo, en que se conmemoran 10 años del fallecimiento de la salvadoreña, dijo.
“El IMSS, con todo respeto, reconoce su responsabilidad y expresa su más sincera disculpa” a Miceli Eduardo Gómez Hernández, a sus hijos: Catherine Nereida, Cristian Eduardo y Yahir Elías Gómez Martíriz; a Nereida Beatriz Hernández Torres, madre de Miceli, así como a toda la familia de Marisol Martíriz, “por la atención médica que se le brindó en 2015 y que culminó en su lamentable fallecimiento”, añadió.
El IMSS reconoció que hace ya 10 años, “se vulneraron los derechos a la protección a la salud y a la vida de Marisol Martíriz y su hija, ya que el servicio médico que se les otorgó no fue adecuado a sus necesidades. No obstante, lo que se busca ahora es fortalecer los lazos con la comunidad y devolver el carácter social que caracteriza a este Instituto, lo cual parte del reconocimiento de errores pasados, y el trabajo conjunto, sociedad y gobierno, para la atención de los retos que podamos enfrentar”.
Fundar, un Centro de Análisis e Investigación que acompañó a Miceli y su familia durante el proceso para que se llegara a la disculpa pública, explicó que Marisol tenía 30 años cuando murió el 20 de julio de 2015; llevaba 12 años viviendo Bochil con su pareja y sus hijos: una niña de 10 años y dos niños de 8 y 2 años en aquel momento. Cursaba su cuarto embarazo y por negligencia médica fallecieron ella y su hija que nació muerta.
Al tomar la palabra este lunes, Miceli afirmó que “tuvieron que pasar 10 largos años para que llegáramos hasta aquí por nuestra lucha y guerra de día a día. Este acto de disculpa es importante, pero no suficiente porque no se han cumplido las medidas, ya que aún, después de 10 años, seguimos en pie de guerra para que las futuras mamás no pasen por lo que pasó mi esposa”.
Además, agregó, “la disculpa pública se dio en un espacio que no es como tal un acto público, sino un acto privado; no dignifica la memoria de Marisol porque ni siquiera están presentes las autoridades de alto nivel como el doctor Zoé Robledo, que lastimosamente no pudo asistir. No acepto la disculpa. La escucho, pero no la acepto y mucho menos como cierre porque mi esposa no va a volver, mi hija no llegó a vivir y porque no basta con pedir perdón cuando no se han cambiado las causas que la mataron, pues el IMSS de Bochil sigue fallando, faltan médicos, siguen sin funcionar los protocolos, no hay equipos ni médicos ni medicamentos. Eso lo dice el pueblo”.
Sostuvo que “después de esto tiene que haber atención sin discriminación, ambulancia las 24 horas, mejor atención médica, atención digna y humanizada, poner en función el equipo de ultrasonido, insumos, personal especializado y sobre todo no más negligencias médicas. Lo que queremos es que el IMSS funcione correctamente y nos haga sentir protegidos no desprotegidos”.
Narváez dijo que el acto se llevó a cabo en una sala del cabildo “por seguridad y los protocolos de Protección Civil. Lo importante era dar cumplimiento como Instituto en esta fecha tan significativa”.
Señaló que “lo que queremos como IMSS es refrendar ese compromiso de reforzar los servicios médicos para que esto no vuelva a pasar. La idea es mejorar, no podemos hacer acciones para devolver a la señora Marisol, pero sí trabajar de la mano, pensar a futuro y ver qué acciones hacer para que los servicios de salud del hospital de Bochil sean con la calidad que merece la población”.
También habló Catherine Nereida, de 20 años e hija mayor, quien reiteró que su madre “falleció por culpa de una negligencia médica en el IMSS de Bochil. Yo la vi entrar caminando al área de urgencias. La vi con vida, con fe en que la atenderían, y ya no salió. No pude ni despedirme de ella. No me dejaron”.
Agregó: “Han pasado diez años sin ti y no hay un solo día en el que no te piense. A veces cierro los ojos y aún puedo oír tu voz, sentir tu abrazo, imaginar tu risa. Sigo preguntándome qué me dirías en los días difíciles, cómo sería tenerte aquí para compartir mis logros y mis miedos. Pero también sé que sigues conmigo, guiándome en silencio, protegiéndome desde donde estás. Gracias por ser la madre que fuiste, gracias por amarme con tanta fuerza que incluso hoy me sigue sosteniendo. Te amo con toda el alma, mamá. Siempre serás mi faro, mi fuerza y mi corazón. Nunca dejarás de vivir en mí”.