Redacción
Pato O’Ward está encendido. El piloto mexicano volvió a subirse a lo más alto del podio al conquistar el Gran Premio de Toronto, logrando su segunda victoria consecutiva en la temporada de IndyCar. A bordo del auto No. 5 de Arrow McLaren Chevrolet, O’Ward manejó con inteligencia, agresividad y sangre fría en una carrera caótica donde solo los mejores sobrevivieron.
Con estrategia quirúrgica y manos firmes, el regiomontano aprovechó una parada en pits para adelantar a Rinus VeeKay, quien hasta ese momento dominaba la prueba. El equipo McLaren no falló, y cuando una bandera amarilla detuvo la acción en las últimas vueltas, O’Ward ya estaba en la punta, listo para sellar una victoria tan brillante como oportuna.
La competencia estuvo cargada de incidentes que desordenaron el ritmo en múltiples ocasiones. Desde el problema mecánico de Scott McLaughlin hasta el golpe contra la pared de Alexander Rossi, el circuito urbano no perdonó errores. Incluso nombres fuertes como Will Power y Christian Rasmussen quedaron fuera tras una colisión. Toronto fue un campo de batalla, y Pato salió ileso y triunfante.
Uno de los momentos más dramáticos fue el múltiple choque entre Jacob Abel, Josef Newgarden y Devlin DeFrancesco. Esa neutralización final cambió el escenario, pero no afectó a los punteros. O’Ward mantuvo el control y cruzó la meta con la bandera amarilla ondeando. Kyffin Simpson completó el podio, mientras el mexicano celebraba con el puño en alto.
Gracias a esta victoria, O’Ward ha recortado su distancia con Alex Palou en la clasificación general. Ahora está a 99 puntos del líder, con cuatro fechas aún por disputarse. La remontada es difícil, pero no imposible, y el piloto de Monterrey ha demostrado que está más que listo para dar pelea hasta el final.
El impulso que vive O’Ward no es casualidad. Detrás hay un equipo afinado, decisiones acertadas en momentos clave y un piloto que sabe cuándo atacar y cuándo esperar. Su regularidad en diferentes tipos de pistas ya sea urbana o permanente ha sido clave en este ascenso, y su confianza crece con cada vuelta.
Con el campeonato al rojo vivo, O’Ward se consolida como uno de los protagonistas de la temporada. Carismático, rápido y valiente, el mexicano ha devuelto la ilusión a sus fanáticos y se perfila como serio contendiente al título. La historia aún no está escrita, pero Pato ya está dejando su huella en cada curva.