Para no perder la costumbre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una nueva amenaza al gobierno de México por considerar que no ha hecho lo suficiente para combatir el tráfico de drogas a su país y, por lo tanto, a partir del 1 de agosto de este año impondrá un arancel de 30% a los productos mexicanos.
Este anuncio realizado a través de una carta enviada a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, durante el fin de semana, se da en el marco de las mesas de trabajo que en materia de seguridad, comercio y migración llevaron a cabo autoridades de ambos países la semana pasada. De ahí que la respuesta del Gobierno mexicano haya sido una vez más con “serenidad y paciencia”, pero con la esperanza de que las negociaciones eviten la imposición de aranceles.
Desde febrero pasado, a la fecha, el gobierno de México ha trabajado con el Departamento de Estado de Estados Unidos, en un acuerdo donde se establecen esquemas de colaboración en materia de seguridad, por lo que existe confianza de que sea considerado como un avance en la estrategia mexicana contra el crimen organizado.
Si bien la Presidenta ha señalado que el acuerdo no incluye la intervención de elementos estadounidenses al territorio mexicano para hacer operaciones de seguridad, también ha señalado que la colaboración entre ambos países será con respeto a la soberanía nacional.
¿Hasta dónde se respeta la soberanía nacional, cuando las presiones económicas han obligado a México a realizar un combate real al crimen organizado y a los cárteles de las drogas? ¿El denominado acuerdo de colaboración, es acaso una intervención velada de Estados Unidos en México?
De acuerdo con los datos del Banco de México (Banxico), el 83 por ciento de las exportaciones de 2024 tuvieron como destino, Estados Unidos, lo que representa un intercambio de 512 mil 570 millones de dólares.
Estas cifras, demuestran que México es uno de los socios comerciales más importantes de Estados Unidos, con más de 500 mil millones en bienes importados.
En tanto, México representó el 69 por ciento de las importaciones estadounidenses de verduras y el 51 por ciento de frutas frescas en los últimos años, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
De acuerdo con especialistas, los más afectados por un aumento de arancel a los productos mexicanos serán los consumidores estadounidenses, toda vez que este impuesto se verá reflejado en el precio final.
Hasta ahora Estados Unidos no ha aclarado a qué productos se les impondría el arancel, por lo que México seguirá argumentando que este 30% no se le puede aplicar a los productos que ingresan a Estados Unidos bajo el Acuerdo Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
Por ello, frente a esta nueva amenaza, la presidenta Sheinbaum debe mantener el lema de Kalimán: serenidad y paciencia.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
¿Debe la 4T estar preocupada por lo que pudiera informar Ovidio Guzmán al gobierno de Estados Unidos durante el juicio en su contra?
@aguilarkarina