La decisión de la Casa Blanca el pasado fin de semana de imponer aranceles de castigo a México a partir del 1 de agosto por la razón no comercial de la negativa mexicana de entregarle a Estados Unidos cárteles y narcopolíticos apenas comenzó y llevó las relaciones bilaterales a peores niveles desde la guerra de 1847.
México tiene el derecho de darle prioridad a los intereses nacionales dentro de lo que ocurre en su territorio, pero EU encontró la puerta secreta de los aranceles como instrumento económico de presión política.
Lo cierto es que los cárteles y los narcopolíticos mexicanos son, en los hechos, un asunto bilateral porque se trata de organizaciones delictivas que contrabandean fentanilo y otras drogas a Estados Unidos y ahí son utilizadas sin control para llegar a cifras de centenas de miles de adictos estadounidenses muertos por sobredosis.
El argumento de México de que la droga contrabandeada seguirá existiendo mientras haya quizá 50 millones de adictos frecuentes o no constantes de drogas es cierto y estaría en su derecho de usar mecanismos políticos para denunciarlo, pero al final de cuentas la Casa Blanca está rompiendo con la vigencia del T-MEC al mezclar instrumentos comerciales con decisiones políticas de seguridad.
México no tiene más camino que entregar a cárteles y narcopolíticos o enconcharse y aguantar todo tipo de castigo, aunque a costa de perder el mecanismo del T-MEC como clave para el crecimiento económico. México posee, en efecto, la salida lateral de buscar otros acuerdos comerciales, pero las negociaciones tardarían mucho en concretarse.
El presidente Trump traía el caso del narco en México atravesado en la garganta y amenazó con todo tipo de acciones: invadir con militares, lanzar misiles o destruir territorios narcos con drones artillados. Desde 2019 amenazó Trump con aranceles, pero le faltaban argumentos reales. Los capos de Sinaloa presos en EU le dieron nombres y pistas a EU para un listado de exigencias a México.
Trump está sacrificando comercio exterior con México –su socio más importante—por acabar con el narco mexicano que daña a EU. Y ha decidido culpar a los productores y contrabandistas mexicanos y no a los cárteles y narcopolíticos estadounidenses que permiten el contrabando y el consumo de droga.
EU nunca aceptará culpabilidades propias; por eso va con todo contra México.
Zona Zero
Lo ocurrido el fin de semana es el comienzo del gran baile de la narcoseguridad México-EU.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh