No se sabe si por insensibilidad, arrogancia o simple descuido, el caso fue que las bancadas legislativas de Morena aprobaron una ley sobre desaparición de personas, pero aislados en los muros del Palacio Legislativo frente a los gritos de los familiares de casi 130 mil personas en cifras oficiales que de pronto dejaron de ser visibles.
El suceso puede leerse como una especie de desdén del partido en el poder frente a los problemas sociales humanos más graves que haya tenido el país, después de las represiones de la “guerra sucia” de los 70 y 80. Nada costaba atender cuando menos las preocupaciones generales de las madres buscadoras como para darle sentido social a la nueva ley.
Lo que quedó en el fondo es que en los últimos dos años las bancadas de Morena han estado aprobando leyes en función de sus perspectivas unidireccionales sobre problemas de gobernación de la República, no se sabe si por vicio priista de origen, por la pérdida de las conexiones entre la sociedad opositora con López Obrador y su movimiento, o por el hecho de que se legislaron temas sensibles enviados por el Ejecutivo para ser avaladas sin cambiar una coma.
Lo que queda en el caso de la legislación sobre desaparecidos e incluso en algunos puntos de la paquetería de reformas a las estructuras de la seguridad pública es que se trataron de leyes que responden un enfoque político, pero no se ajustarán a las necesidades de la sociedad, lo cual puede prever desde ahora que tendrá buena parte de ineficacia.
Ahora viene lo mismo en el tan anunciado Plan D sobre la reforma electoral y desde ahora se puede prever que será una iniciativa que responda a los objetivos exclusivos de Morena. Todas las reformas electorales después del colapso sistémico de 1988 fueron pactadas o negociadas con la oposición, ya eso le dio mayor fortaleza y legitimidad.
Hoy estamos frente a una legislación morenista que durará sólo el periodo de Morena en el poder.
Zona Zero
La ciudad de Los Ángeles anunció la suspensión de las ceremonias y eventos públicos de hoy 4 de julio para recordar el día más importante de la fundación de Estados Unidos y las razones fueron los temores a violencias por el tema vigente de arresto de migrantes. En estos momentos, Los Ángeles está bajo vigilancia de la Casa Blanca, porque se ha convertido en la principal ciudad santuario de migrantes que carecen de documentos, que entraron por la fuerza y que muchos de ellos –evidentemente, no todos– crearon grupos delictivos.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh