Este lunes, el Senado aprobó la Ley de la Guardia Nacional, que adscribe su control operativo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa); para la Oposición esto abona a la “militarización” del país.
Con 75 votos a favor y 34 en contra, el Pleno de la Cámara Alta aprobó el paquete legislativo que vuelve a la GN una Fuerza Armada permanente, le dota de facultades de inteligencia y operatividad encubierta, además, homóloga criterios con la Ley de la Defensa, para que sus integrantes puedan acceder a cargos públicos, previa licencia.
El dictamen aprobado modifica ocho leyes y expide una nueva: convierte a la GN en una Fuerza Armada permanente, le otorga facultades de inteligencia, operaciones encubiertas, uso de identidades simuladas e intervención de comunicaciones privadas, todo sin orden judicial ni supervisión independiente. Lo que antes era una corporación híbrida, con mando civil, queda ahora subordinada de forma directa y operativa al alto mando militar.
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Oposición en el Senado critica lo que han llamado “militarización”
El rechazo a la nueva legislación por parte de la Oposición cubrió los espectros que ha manejado por días, desde la militarización a la poca ortodoxia para sacar la reforma.
En el caso del PRI, Néstor Camarillo acusó que el proceso fue “al vapor” y sin escuchar las voces de expertos, tanto nacionales como internacionales, y acusó que la nueva ley “criminaliza al ciudadano”.
“Nos prometieron abrazos, no balazos; hoy esa promesa es una cruel burla. Vivimos bajo un régimen de miedo y vigilancia”, señaló desde tribuna.
Por su parte el PAN, en voz de Enrique Vargas del Villar criticó que el Ejército “no puede ser policía de barrio”.
E insistió en que el Gobierno debe devolver a los militares a sus cuarteles, como lo prometió, en su momento, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
“El Ejército no puede ser policía de barrio. Hay más de 700 municipios sin policías municipales. Esta reforma no es la solución a la inseguridad (…) en este sexenio asesinan a un policía diario, y el gobierno federal no invierte un peso en fortalecer a las policías locales. Lo que se necesita es reconstruir el modelo civil de seguridad, no claudicar ante el fracaso”, acusó.
Por su parte, Movimiento Ciudadano indicó que con estos cambios se “institucionaliza la opacidad” y se vulneran los derechos humanos.
Lo anterior, en voz del coordinador de la bancada naranja, Clemente Castañeda, quien recordó que su bancada apoyó la creación de la GN en el entendido de que se mantendría bajo mando civil.
“Legalizan la intervención militar en funciones que corresponden al poder civil. Se institucionaliza la opacidad y se vulneran los derechos humanos (…) el Senado está renunciando a su papel como contrapeso”, sentenció.
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Mayoría subrayaron bondades de la nueva ley en el Senado
Por su parte, el bloque mayoritario -Morena, Verde y PT- subrayaron “las bondades” de la nueva ley.
En voz de Simey Olvera, Morena minimizó las críticas sobre la “militarización” de la país y subrayó que con el paquete se armonizan leyes secundarias con la reforma constitucional aprobada.
“El dictamen fortalece a la Guardia Nacional y le da estructura e identidad institucional. Esta no es una reforma militarista, sino de consolidación”, indicó desde tribuna.
Por su parte, el legislador del Verde, Jorge Carlos Ramírez Marín, argumentó que la discusión va más allá del mando del cuerpo sino de contar con el andamiaje jurídico requerido.
“El debate hoy es si somos congruentes con lo que ya aprobamos. No se puede tener soldados sin ley, ni instituciones sin certeza”.