Valor Civil
Eduardo López Betancourt
Valor civil
El valor civil es esencial para construir una sociedad justa y pacífica. Se define como el conjunto de principios que rigen la conducta humana y promueven la convivencia y respeto mutuo.
Su importancia radica en, además de fomentar una relación armónica, protege los derechos humanos y favorece el desarrollo de los valores más elevados. En última instancia, constituye una característica de una sociedad sólida y bien estructurada. Es, en buena medida, una herramienta para denunciar actos indebidos.
Aunque en ocasiones se critique esta actitud, lejos de menospreciarla, debe ser promovida. Gracias al valor civil, se hacen visibles las conductas incorrectas, especialmente cuando provienen de las autoridades.
Lamentablemente, es frecuente que quienes ocupan cargos de mando actúen con injusticia y sin rectitud, vulnerando los derechos de los ciudadanos. Ante esta realidad, el coraje cívico se convierte en un instrumento eficaz para contrarrestar los abusos de poder.
Es cierto que ejercerlo puede traer consecuencias difíciles, pero constituye uno de los pilares fundamentales sobre los que debe edificarse una sociedad democrática. Por ello, fomentarlo desde los espacios escolares resulta indispensable.
Debemos insistir, enfrentarse al autoritarismo, tanto en el ámbito público como en el privado, implica un riesgo. Sin embargo, es necesario que esa actitud se transforme en una práctica habitual.
El valor civil debe ser enaltecido y conservar su nobleza, convirtiéndose en un ejemplo inspirador para las nuevas generaciones, aun frente a los desafíos y obstáculos que puedan surgir.
Desafortunadamente, en nuestros entornos sociales, por diversas razones, es cada vez más raro, y quien lo ejerce pone en peligro su libertad, su patrimonio y su dignidad. Por ello, es urgente que la cultura lo celebre, y que deje de ser la excepción para convertirse en la norma.
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