Durante una comparecencia ante el Subcomité de Asignaciones del Senado, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, incluyó a México en una lista de “países adversarios” junto con Irán, Rusia y China.
“Trump lo ha dicho alto y claro: no nos dejaremos intimidar… ni por Irán ni por Rusia, China y México”, afirmó Bondi, en respuesta a una pregunta del senador republicano Lindsey Graham sobre la amenaza iraní tras el reciente alto al fuego con Israel.
La fiscal argumentó que los adversarios “buscan matarnos físicamente o por medio de sobredosis a nuestros hijos”, aludiendo a la crisis del fentanilo, en la que Washington ha acusado a los cárteles de drogas.
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El señalamiento se da en un contexto de creciente tensión bilateral. Apenas días antes, la Casa Blanca anunció un ataque militar contra instalaciones nucleares iraníes, y en paralelo, el Departamento del Tesoro vinculó a tres entidades financieras mexicanas con el tráfico de opioides.
En la misma comparecencia, Bondi fue cuestionada por el uso de máscaras por parte de agentes migratorios durante redadas a indocumentados. Pese a la evidencia en video, dijo no estar al tanto del fenómeno y defendió a los oficiales alegando que lo hacían por autoprotección ante amenazas.
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La ambigüedad de sus respuestas provocó críticas de legisladores y defensores de derechos civiles, quienes alertan sobre tendencias autoritarias en las prácticas migratorias del gobierno.
