Entre tumbas, árboles y velas, Tim Burton, sinónimo de un cine donde lo extraño es normal y lo raro una especie de hogar para quienes no encajan, ofreció una Master Class en el Panteón de Dolores para abrir una ventana íntima hacia la gestación de su sello artístico, marcado por la soledad en la infancia y la necesidad de expresarse a través del dibujo.
“No era muy platicador. El dibujo era una manera de ayudarme a pensar ideas y a salir de mi propio cuerpo, de comunicarme cuando no podía hacerlo de otra manera”, compartió; “era terapéutico para mí”.
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Esa relación con la creatividad marcó la manera en que Burton construye mundos e historias donde habitan personajes que no encajan en la sociedad, ya sea por su aspecto o sus personalidades.
“Crecí en un suburbio, donde si te salías un poco del camino normal, te miraban como a una persona extraña, aunque no lo fueras”, contó mientras la lluvia caía sobre los presentes.
Por ello, muchos de sus relatos han servido para representar a aquellos que no encuentran un lugar claro en la sociedad, como en los filmes de monstruos que lo fascinaron.
“Todos estos tipos de películas eran desconocidas, a nadie le gustaban, pero para mí era exactamente como me sentía”, comentó.
Especial
Creaciones magicas
Para Burton, la magia de crear sigue presente en cada uno de sus proyectos, sin importar su naturaleza, siempre ligada a un acto privado y espontáneo.
“No me siento todas las mañanas a escribir o dibujar algo. Siempre guardo un pequeño dibujo alrededor de mí. No escribo, hago un diario visual”, agregó.
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También reflexionó sobre la importancia de aceptar todas las facetas de uno mismo para convertirlas en arte, especialmente en un país donde la muerte sigue siendo un tema tabú. “Aquí, todos los esqueletos y la coloración me afectan de manera positiva. Es un recordatorio de que lo extraño y lo oscuro también pueden ser bellos”.
A pesar de haberse enfrentado a una industria que a menudo etiqueta y limita, Burton nunca cedió a la presión de cambiar para encajar.
“Intento resistir ese tipo de categorizaciones. Para cualquier artista es mejor hacer lo que haces, y lo que sea que la gente perciba, lo percibirá”.
Pero así mismo dejó en claro que no piensa mucho en “su estilo” tanto como lo hacen los espectadores.
“Siento que como persona, no quieres analizarte demasiado y esto o aquello porque esto es lo que se espera. Es mejor que la gente sea quien relacione estos rasgos”, afirmó.
Profindidades del monstruo
La conversación se condujo hondo para hablar de los monstruos que crea y dijo que: “Estas cosas son simbólicas, son como sentimientos. Es por eso que me gustan los cuentos de hadas y la fantasía porque tocan algo dentro y creo que cuando ves esas cosas y las sacas de tu sistema, ayuda a no mantener cosas embotelladas dentro de ti”.
El cineasta está en México para presentar su exposición El Laberinto de Tim Burton, una experiencia inmersiva donde los visitantes pueden asomarse a la esencia de su creación en el que “un dibujo inicial puede convertirse en una película, un personaje animado o simplemente quedarse en la hoja”, como afirmó el cineasta que crea a sus personajes, desde los más entrañables hasta los que sólo trascienden como ilustraciones y los cuales aparecen en esta muestra.
El Laberinto de Tim Burton será inaugurada hoy por la tarde en el Lienzo Charro de Constituyentes y sin fecha de conclusión.