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Es como vivir a salto de mata.

 

O en jaula de oro como prisión.

 

Porque no tienen libertad.

 

Los expresidentes de México –Carlos Salinas en Reino Unido, Ernesto Zedillo en Estados Unidos, Felipe Calderón y Enrique Peña en España- no encuentran reposo porque han sido satanizados.

 

Andrés Manuel López Obrador explotó la mala fama del priismo y del panismo –prianismo, le llamaba él y le llama Claudia Sheinbaum– para desprestigiarlos.

 

Y ni modo, con o sin razón ellos cargan el desprestigio sobre el cual se montó el tabasqueño al ganar el Poder Ejecutivo.

 

Prometía honestidad y eficiencia y falló.

 

Ahora se destapan deshonestidades del sexenio pasado y ni modo de acusar a un régimen distinto porque ahí están para muestra mil desvíos y miles de ineficiencias.

 

Los desvíos documentados de 16 mil millones de Segalmex (Seguridad Alimentaria Mexicana) mientras su exdirector, Ignacio Ovalle Fernández goza de impunidad.

 

De eficiencia ni hablamos, porque ¿donde está el mejor sistema de salud del mundo, la cobertura general, la enseñanza ejemplar y todo cuanto se prometió?

 

EN ETERNA PERSECUCIÓN

 

Volvamos al tema.

 

Ninguno de los expresidentes ha roto con quienes fueron sus colaboradores cercanos o amigos incondicionales antes y durante el poder.

 

Con una salvedad.

 

Como la 4T les ha tendido redes de vigilancia en México o donde radican, se ocultan para entrevistarse y regularmente lo hacen fuera de sus espacios, en lugares privados.

 

De Carlos Salinas, Ernesto Zedillo -contra quien hay una furia desmedida por cuestionar con suficientes fundamentos la reforma al Poder Judicial-, Felipe Calderón y Enrique Peña.

 

Quien más espacio público tiene, curiosamente, es el panista Felipe Calderón, pues se reúne en restaurantes concurridos y con quien inclusive he hablado con la amistad y la confianza de siempre.

 

Zedillo se esconde menos y acude a lugares públicos de Estados Unidos, Europa o México, según el caso, y concede entrevistas cuando considera útiles sus opiniones sobre dos temas suyos: la situación económica nacional e internacional y el atardecer de la democracia mexicana.

 

Los demás hacen citas con abogados, familiares y excolaboradores en residencias ajenas, con extrema precaución para no ser perseguidos por periodistas, espías de la 4Tlos hay en todos lados- y los famosos paparazzis.

 

REIVINDICACIÓN DEL SNTE

 

Fue una negociación ardua.

 

El magisterio rebelde rechazó el nueve por ciento de alza salarial y ajuste a diez en septiembre y se organizó para exigir el erario nacional y los ingresos fiscales del sexenio.

 

Durante semanas desquiciaron la Ciudad de México a ciencia y paciencia de las autoridades federales y locales para luego irse cargados de plazas, dineros y promesas.

 

Mientras, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tejió con diálogo muchas propuestas para continuar con mejoras para el magisterio responsable.

 

Directamente Claudia Sheinbaum prometió al dirigente Alfonso Cepeda atender muchos reclamos, desde cientos de miles de basificaciones hasta equiparar jubilaciones con trabajadores del Apartado A del Artículo 123 constitucional.

 

Lo primero ya se logró: se revisa con lupa a quienes durante años han prestado sus servicios en el sistema educativo nacional y carecen de planta de garantía con plenos derechos.

 

Lo demás sigue sujeto a revisiones.

 

Es un viejo reclamo desde el sexenio pasado, cuando López Obrador prometió justicia total a todo el gremio, a 1.8 o más millones de trabajadores de la enseñanza, pero no cumplió.

 

      @urenajose1

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