Hugo Aguilar Ortiz, exasesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y hablante de lengua mixteca, es el ganador de las elecciones para la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El candidato indígena será el primer presidente de la nueva Suprema Corte, luego de que este jueves culminará el cómputo oficial de la elección de ministros.
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En su perfil público, Aguilar destaca que en “noviembre de 1996, como integrante del Cuerpo Asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional participé en la sesión de redacción de las propuestas de reformas Constitucionales, mismas que fue presentada a la Comisión de Concordia y Pacificación, que en su gran mayoría constituyó la propuesta de reforma constitucional de este organismo de intermediación, presentada al Congreso Federal y que, parcialmente fue incorporado al artículo 2º Constitucional, aprobada en 2001”.
Actualmente, es Director de derechos indígenas del Instituto Mexicano de los Pueblos Indígenas (IMPI).
Hugo Aguilar obtuvo 6.1 millones de votos, mientras que el segundo lugar lo ocupa Lenia Batres con 5.8 millones de sufragios; en tercer lugar, Yasmín Esquivel Mossa logró 5.3 millones de sufragios; Loretta Ortiz quedó con 5 millones de votos; María Estela Ríos, 4.7 millones, y Sara Irene Herrerías, logró 3.2 millones.
La lista de los hombres que lograron un lugar en el Alto Tribunal la conforman Giovanny Figueroa con 3.6 millones de votos; Irving Espinosa, con 3.5 millones de sufragios, y Arístides Guerrero, con 3.5 millones de sufragios.
El virtual presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar, tiene como sus propuestas el “evitar que la función jurisdiccional sea obstáculo del cambio social. Se deberá estar atento al contexto nacional para la resolución de los temas centrales de la vida pública. Para ello, se debe privilegiar un diálogo republicano entre los poderes de la Unión, las Entidades Federativas, los Municipios, los Pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas”.
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Otro de los datos es que la participación fue de 13%, por lo que votaron 12.9 millones de personas de 99.5 millones que estuvieron llamadas a las urnas.
A su vez, hubo 12.6 millones de votos nulos y 14 millones de votos blancos, es decir en los que el elector no escribió nada o lo que escribió es inelegible para asignarlo como voto.
