Nancy Núñez es de las mujeres que se asemeja más a una Chimoltrufia en potencia que a una política con el corazón q la izquierda.
Al darse a conocer el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz la alcaldesa de Azcapotzalco corrió al Centro Histórico para estar presente en la conferencia de Clara Brugada.
La jefa de Gobierno se veía severamente afectada pero esto no le importaba a Núñez, ella lo único que quería eran respuestas a sus dudas sobre un evento que se llevará a cabo en el tierras tepanecas.
El 22 de mayo en Ceylán, una de las avenidas más importantes de Azcapotzalco, se pondría la primera piedra de la Utopía Chintolola; la mujer no estaba dispuesta a dejar pasar su evento.
No le importa el dolor ajeno, ni la muerte ni las circunstancias de esta. Ella solo quiere que los eventos que tiene planeados se lleven a cabo porque solo su tiempo es importante y valioso.
Y bueno, así fue. La mujer, cuentan por ahí, hizo un drama para que la gente del Gobierno de la Ciudad de México no cancelara el evento del jueves y así seguir con sus planes.
Claro está, ya le habían pagado a los paleros y ya se había convocado a la estructura para llenar el show; porque aquello de evento político no tiene nada.
La actitud de Nancy Núñez deja mucho que desear, es inaudito que no se toque el corazón y que entienda la dimensión de la gravedad por la que está pasando la administración local.
¡Esto es bajo, vil y muy egoísta!
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