Durante la madrugada del domingo, cerca del Parque Industrial Chachapa, en los límites de Amozoc de Mota y Puebla, un grupo armado ejecutó a dos elementos de la Policía Estatal mientras ellos resguardaban un inmueble que elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) habían cateado y asegurado previamente.
A través de un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) informó que un comando armado disparó contra los policías Julio César Flores Guerra y José Antonio Valerio Rodríguez, quienes murieron frente al predio donde presuntamente se almacenaba combustible robado en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
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“El ataque fue perpetrado por sujetos armados en los límites entre Puebla y Amozoc. La SSP permanece en coordinación con la Fiscalía General del Estado (FGE) para avanzar en las investigaciones correspondientes y fortalecer las acciones de seguridad, con el objetivo de que los responsables enfrenten todo el peso de la ley”, señaló la dependencia en un comunicado de prensa.
REALIZARON OPERATIVO
Fue a través de una llamada al 911 que se reportó el hecho, por lo que elementos de Seguridad Pública, la Guardia Nacional y el Ejército mexicano se presentaron en el lugar e implementaron un operativo.
Pese a la llegada de paramédicos para auxiliar a los elementos, se confirmó el fallecimiento de ambos, por lo que personal forense acudió al sitio para realizar el levantamiento de los cuerpos e iniciar la investigación correspondiente.
Hasta el momento, la SSP ha hecho hincapié en el “trabajo coordinado para que las corporaciones de seguridad del estado refrendan su compromiso con la justicia, la paz y la protección de las y los poblanos, así como con la generación de condiciones seguras para el desempeño del personal policial”.
Una vez que la dependencia emitió su postura, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, expresó sus condolencias y reconoció la labor de los oficiales caídos.
Los acribillaron
Las autoridades señalaron que los agresores dispararon más de 40 casquillos de distintos calibres para asesinar a los dos agentes municipales en el inmueble que ellos resguardaban, ubicado a un costado de la empresa REGSA.
Las autoridades resguardaban la propiedad desde hace cinco meses, después de descubrir que se usaba para robar combustible.
Tras este doble homicidio, los compañeros de las víctimas exigieron mayores garantías de seguridad en zonas de alto riesgo.
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Ambos uniformados tenían apenas seis meses dentro de la corporación; de acuerdo con las autoridades, los perpetradores fueron varios sujetos que llegaron al lugar a bordo de dos camionetas y quienes dispararon a corta distancia de los policías.
El 19 de diciembre pasado, personal de la Fiscalía General de la República (FGR) cateó la propiedad asegurada y descubrió una toma clandestina, así como varios vehículos presuntamente utilizados para el robo de combustible.
