Una reflexión actual, que se toma con más conciencia
La decisión de ser madre o no, es una de las etapas de la vida más personales que puede tener una mujer. Es un acto de profunda introspección, lleno de emociones, expectativas y, en ocasiones, dudas y miedos.
Cada pareja tiene su propio camino y razones únicas que influyen en la decisión de tener hijos o no. En esta columna planteo explorar las diversas facetas en la toma de decisión, desde una perspectiva equilibrada y respetuosa sobre los factores que pueden influir, antes de mencionarlas vayámonos un poco al pasado… más o menos por los años 20’s, venimos de un legado en donde era común tener más de 5 hijos, yo me pregunto ¿cómo le hacían mis bisabuelos? ¿Como mantener una casa con por lo menos siete habitantes?, he explorado el árbol genealógico del milenio anterior y lo común era que el hombre se fuera a trabajar y la mujer estaba a cargo de todo lo que tenía que ver con la casa y los hijos.
Retomando la época actual, la vida ha cambiado de sobremanera , ahora las parejas planean más conscientemente lo que es traer a un hijo al mundo, la crianza de hijos implica un compromiso a largo plazo, y muchas personas pueden sentirse abrumadas por la magnitud de esta responsabilidad justo porque vivieron la transición a un nuevo milenio, (por cierto vivieron algo épico) donde perciben que la reducción de familia es evidente, tuvieron menos hermanos comparando con lo antes mencionado y ya les tocó vivir la logística actual en donde ambos padres salen a trabajar por lo tanto ya han vivido lo complicado que es mantener un ritmo de vida como lo es la escuela, alimentación, salud, todo lo que implican los gastos del hogar etc., por consecuencia surgen las preocupaciones sobre la estabilidad económica, el bienestar emocional y el entorno social en el que crecerán los hijos.
Los siguientes factores son los que cada vez más parejas consideran en la actualidad.
Aspectos emocionales
Ser padres puede traer consigo una profunda alegría y satisfacción. Muchas personas encuentran en la familia una fuente inagotable de amor, conexión y propósito. La capacidad de cuidar y guiar a otro ser humano desde su nacimiento hasta su desarrollo puede ser inmensamente gratificante. Sin embargo, también puede implicar desafíos emocionales significativos.
La conexión emocional
Para algunas personas, la idea de formar una conexión emocional con sus hijos es uno de los impulsos más fuertes para su vida. El vínculo entre padres e hijos puede ser una experiencia única, llena de momentos de ternura, y aprendizaje mutuo.
En lo personal el vínculo con mis hijas lo defino como un hilo energético que no deja de asombrarme, el sentir sus logros y ver cómo se van realizando en la vida es algo que ha crecido en cada una de sus etapas y hace que cada día admire más la capacidad de amor que podemos experimentar como ser humano, también conozco casos muy cercanos de amigos que deciden no tener familia y de igual manera admiro la capacidad de su decisión, y de como lo planean desde el amor y con seguridad.
Sensación de continuidad y legado
El legado familiar es un patrimonio emocional y cultural que puede tener un impacto significativo en la identidad y el sentido de pertenencia de los miembros de la familia. Preservar el legado familiar hoy en día es evaluar sus propios deseos, capacidades y circunstancias únicas como pareja, es importante que esta decisión se tome sin presión externa y con pleno conocimiento de las implicaciones. Ser padres puede ser una experiencia maravillosa y transformadora, pero también es válido decidir que ese camino no es el deseado.
La comunicación y sinceridad también puede ser un legado hermoso de amor y sincrodestino como pareja en toma de la decisión: Con cariño Marcela
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