El mundo de las letras está de luto, pues Mario Vargas Llosa, uno de los escritores hispanos más importantes del siglo XX y XXI, falleció ayer, a los 89 años, en su residencia de Lima, Perú.
Su hijo confirmó la noticia la tarde de ayer, mediante un comunicado que publicó en redes sociales, donde aclaró que no habría ceremonias públicas para despedir a su padre.
“Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz”, escribió.
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Con su muerte, se cierra una era literaria marcada por la lucidez, la crítica social y el dominio narrativo del último representante con vida del movimiento literario denominado como el Boom latinoamericano.
NOVELISTA DEL PODER Y LA CONDICIÓN HUMANA
Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, en 1936. Desde joven se interesó por la literatura, y con su debut novelístico, La Ciudad y los Perros, en 1963, revolucionó las letras latinoamericanas por su estilo innovador y su aguda crítica a las instituciones militares, lo que le valió a la obra ser censurada en su país, pero lo catapultó a la fama internacional.
Le siguieron novelas fundamentales como La Casa Verde, de 1966; Conversación en La Catedral, en 1969; Pantaleón y las Visitadoras, en 1973; y La Guerra del Fin del Mundo, de 1981.
En sus libros exploró con profundidad temas como el poder, la corrupción, la violencia, la libertad y la identidad latinoamericana, a través de sus estructuras narrativas complejas y los diversos géneros literarios que abordó, incluidos el ensayo y hasta una obra periodística.
TRAYECTORIA MONUMENTAL
A lo largo de su carrera, Vargas Llosa recibió los más prestigiosos premios literarios. En 2010 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, distinción que coronó más de cinco décadas de trabajo incansable.
El jurado del Nobel destacó su capacidad para “trazar una cartografía del poder” y su representación “mordaz de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”.
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En ese entonces, el autor había cumplido 74 años y estaba por publicar su obra El Sueño del Celta, en donde expuso el colonialismo y la explotación de los recursos naturales en África.
También obtuvo el Premio Cervantes en 1994, el Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, y el Premio Planeta en 1993. En 2011, el rey Juan Carlos I de España lo nombró marqués, como reconocimiento a su contribución a la cultura hispánica.
También fue columnista habitual en medios internacionales y no dudó en pronunciarse sobre los grandes debates de la actualidad.
AMISTAD ROTA CON EL GABO
Uno de los capítulos más comentados de la vida de quien respondía al nombre de pila de Jorge Mario Pedro Vargas Llosa fue su célebre amistad –y posterior ruptura– con el escritor colombiano Gabriel García Márquez. Ambos se conocieron en los años 60 y mantuvieron una intensa relación de camaradería literaria e ideológica, convirtiéndose en emblemas del Boom.
Sin embargo, en 1976, tras un misterioso altercado en México, la relación se quebró abruptamente. Se dice que golpeó a Gabo tras una disputa personal, cuyas causas nunca fueron esclarecidas públicamente, pero a pesar de ese distanciamiento, ambos autores se respetaron mutuamente en el plano literario y sus nombres permanecen unidos en la historia de la narrativa latinoamericana.
UN LEGADO INMORTAL
Mario Vargas Llosa dejó una obra vasta, traducida a más de 30 idiomas y estudiada en universidades de todo el mundo. Su estilo narrativo, su rigor intelectual y su valentía para enfrentar los grandes dilemas de la sociedad moderna lo convierten en una figura imprescindible de la literatura contemporánea.
“Escribir es una manera de vivir”, solía decir. Y así lo hizo hasta el final pues en 2023 a pesar de haber publicado su última obra Te Dedico mi Silencio, resaltó que se encontraba en el proceso de escritura de un ensayo sobre el filósofo francés Jean Paul Sartre: “Será lo último que escribiré”, dijo en una nota al final del libro.
El mundo de las letras está de luto, pues Mario VargasLlosa, uno de los escritores hispanos más importantes del siglo XX y XXI, falleció ayer a los 89 años en su residencia de Lima, Perú.
Su hijo confirmó la noticia la tarde de ayer a través de un comunicado que publicó en redes sociales, en el que aclaró que no se realizarían ceremonias públicas para despedir a su padre.
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“Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz”, escribió.
Con su muerte, se cierra una era literaria marcada por la lucidez, la crítica social y el dominio narrativo del último representante con vida del movimiento literario denominado como el Boom latinoamericano.
NOVELISTA DEL PODER Y LA CONDICIÓN HUMANA
Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, en 1936. Desde joven se interesó por la literatura, y con su debut novelístico, La Ciudad y los Perros en 1963, revolucionó las letras latinoamericanas por su estilo innovador y su aguda crítica a las instituciones militares, lo que le valió a la obra ser censurada en su país, pero lo catapultó a la fama internacional.
Le siguieron novelas fundamentales como La Casa Verde de 1966, Conversación en La Catedral en 1969, Pantaleón y las Visitadoras en 1973 y La Guerra del Fin del Mundo de 1981.
En sus libros exploró con profundidad temas como el poder, la corrupción, la violencia, la libertad y la identidad latinoamericana, a través de sus estructuras narrativas complejas y los diversos géneros literarios que abordó, incluidos el ensayo y hasta una obra periodística.
TRAYECTORIA MONUMENTAL
A lo largo de su carrera, Vargas Llosa recibió los más prestigiosos premios literarios. La Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura en 2010, una distinción que coronó más de cinco décadas de trabajo incansable. El jurado del Nobel destacó su capacidad para “trazar una cartografía del poder” y su representación “mordaz de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”.
En ese entonces, el autor había cumplido 74 años y estaba por publicar su obra El Sueño del Celta, en donde expuso el colonialismo y la explotación de los recursos naturales en África.
También obtuvo el Premio Cervantes en 1994, el Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, y el Premio Planeta en 1993. En 2011, el rey Juan Carlos I de España lo nombró marqués, como reconocimiento a su contribución a la cultura hispánica.
También fue columnista habitual en medios internacionales y no dudó en pronunciarse sobre los grandes debates de la actualidad, lo que le ganó admiradores y detractores por igual.
AMISTAD ROTA CON EL GABO
Uno de los capítulos más comentados de la vida de quien respondía al nombre de pila de Jorge Mario Pedro Vargas Llosa fue su célebre amistad –y posterior ruptura– con el escritor colombiano Gabriel García Márquez. Ambos se conocieron en los años 60 y mantuvieron una intensa relación de camaradería literaria e ideológica, convirtiéndose en emblemas del Boom.
Sin embargo, en 1976, tras un misterioso altercado en México, la relación se quebró abruptamente. Se dice que golpeó a Gabo tras una disputa personal, cuyas causas nunca fueron esclarecidas públicamente, pero a pesar de ese distanciamiento, ambos autores se respetaron mutuamente en el plano literario y sus nombres permanecen unidos en la historia de la narrativa latinoamericana.
UN LEGADO INMORTAL
Mario Vargas Llosa dejó una obra vasta, traducida a más de 30 idiomas y estudiada en universidades de todo el mundo. Su estilo narrativo, su rigor intelectual y su valentía para enfrentar los grandes dilemas de la sociedad moderna lo convierten en una figura imprescindible de la literatura contemporánea.
“Escribir es una manera de vivir”, solía decir. Y así lo hizo hasta el final pues en 2023 a pesar de haber publicado su última obra Te Dedico mi Silencio, resaltó que se encontraba en el proceso de escritura de un ensayo sobre el filósofo francés Jean Paul Sartre: “Será lo último que escribiré”, dijo en una nota al final del libro.
REACCIONES
Algunas figuras comentaron la lamentable noticia en la red social X, entre ellas el expresidente de México Felipe Calderón Hinojosa, quien compartió: ‘Fuimos compañeros en la defensa de la libertad y la democracia. Descanse en paz. Mis condolencias a su familia” y agregó fotos de cuando le entregó la condecoración Águila Azteca y el Premio Carlos Fuentes.
Por su parte, el historiador Enrique Krauze evocó un texto publicado anteriormente con el cual buscó “expresar mi infinita gratitud”, aseguró y agregó que “su obra se leerá generación tras generación”.
La Secretaria de Cultura de México, el Canal 22 y la presidenta de Perú, a través de las redes sociales oficiales de su gobierno, compartieron publicaciones en las que se recordó la vida y obra del nobel peruano.
Asimismo, la UNAM compartió su pésame por el acontecimiento: “una de las figuras más influyentes de la literatura hispanoamericana contemporánea. Premio Nobel de Literatura y autor de obras imprescindibles como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral y La fiesta del chivo, Mario Vargas Llosa recibió en 2010 el título de doctor honoris causa por parte de la UNAM, en reconocimiento a su extraordinaria trayectoria intelectual y literaria.
La UNESCO y el equipo peruano de fútbol Universitario, al que Vargas Llosa apoyaba como aficionado, publicaron mensajes en memoria del escritor.