Madres buscadoras de diversos colectivos salieron del recorrido ofrecido por la Fiscalía General de la República decepcionados pues sólo estuvieron 15 minutos “en un recorrido turístico del terror” en Teuchitlán.
Nosotros queríamos venir a ver si nosotros reconocíamos algo, ropa, algo que nos indicara que aquí habían estado nuestros hijos, pero desgraciadamente nos dieron 15 minutos en un recorrido turístico, se podría decir, de terror”, lamentó María Dolores Michell Covarrubias, del colectivo Huellas de Amor.
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Afuera del rancho Izaguirre, donde supuestamente entrenaban y Lamentó que sólo “entramos, miramos hacia los lados y nada más, yo no sé de qué se trata habernos invitado a venir a ver si reconocíamos algo; no pudimos ver absolutamente nada, señaló.
La activista señaló que ella y otros compañeros de su grupo entraron, pero “se me hace una burla que nos hayan hecho venir disque a ver evidencias si no pudimos ver nada” .
Rosa, otra madre rastreadora, dijo a los medios a su salida del predio: “A mí que me den una pala y un pico y yo los encuentro”, porque “hemos encontrado cuerpos”.
Visita a Teuchitlán “no sirvió”; colectivas
Con lágrimas en los ojos, otra activistas advirtió a los reporteros reunidos ahí que esto “no sirvió para nosotros, fue como venir a un museo que ellos están haciendo, no se vale”.
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Narró que “entramos a ver las evidencias de donde tal vez estuvieron nuestros hijos(…) está acordonado, nos pasan por un pasillo para ver al lado izquierdo, del lado derecho, pero donde estaban durmiendo, donde encontraron zapatos, no nos dejan entrar ahí, está tapado, esto no sirve de nada”.
Dentro del inmueble, otra madre buscadora llora desconsolada y de rodillas golpea desesperada el piso al tiempo que grita a su compañera: “Mira, está hueco, mira como suena”, en un espacio donde no está excavado.
