La reciente publicación de documentos relacionados con el caso Jeffrey Epstein generó frustración y escepticismo, principalmente entre figuras conservadoras, quienes acusaron al FBI de ocultar información clave. La fiscal general Pam Bondi, alineada con la administración Trump, exigió la entrega de los archivos completos, con el argumento de que los documentos divulgados no contenían novedades relevantes.
Epstein, el financiero neoyorquino con vínculos en las altas esferas del poder, se suicidó en 2019 en una cárcel de Manhattan mientras enfrentaba cargos por liderar una red de tráfico sexual de menores. Desde entonces, teorías conspirativas rodean el caso, sugiriendo que su muerte fue un encubrimiento para proteger a personajes influyentes.
Sin embargo, los documentos recientemente liberados, que incluyen registros de vuelo y una agenda de contactos altamente redactada, ya habían sido citados en procesos judiciales y medios de comunicación a lo largo de los años.
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La estrategia detrás de la publicación
Los documentos se distribuyeron inicialmente en la Casa Blanca a comentaristas políticos conservadores bajo el título “The Epstein Files: Phase I”. No fue hasta horas después que el Departamento de Justicia los publicó oficialmente, acompañados de una nota en la que minimizaba su impacto: “Estos archivos contienen en su mayoría documentos filtrados previamente, pero nunca divulgados de manera oficial por el Gobierno de EU“.
La decisión de otorgar prioridad a figuras mediáticas alineadas con la derecha refuerza la percepción de que la revelación de los archivos forma parte de una estrategia política más que de un ejercicio de transparencia. Durante su campaña presidencial, el magnate republicano prometió desclasificar los archivos del caso Epstein, lo que alimentó expectativas entre su base de seguidores.
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Foto: Captura
Exigencias de mayor transparencia
La falta de información nueva provocó críticas incluso dentro del espectro conservador. La congresista republicana Anna Paulina Luna expresó su descontento en redes sociales, exigiendo la divulgación completa de los archivos: “¡Entréguennos la información que pedimos!”.
Ante la presión, Bondi instó al FBI a entregar “los archivos completos y sin censura” antes del viernes por la mañana. Kash Patel, director del FBI, prometió una investigación para determinar si existen documentos retenidos y aseguró que cualquier hallazgo se remitirá al Departamento de Justicia para su publicación.
A pesar de la controversia, la primera fase de “The Epstein Files” no ha aportado pruebas que vinculen a figuras prominentes con la red de tráfico sexual. La expectativa ahora recae en la posibilidad de nuevas publicaciones que ofrezcan información realmente inédita o confirmen, una vez más, que el misterio en torno al caso Epstein se mantiene intacto.
