Por Ricardo Sevilla
En Guanajuato, una pareja de panistas está desvalijando aquel municipio.
Se trata de los esposos Mario Alejandro Navarro Saldaña y Samantha Smith. Dichos personajes, en aquella entidad, protagonizan una turbia historia de saqueo, deforestación y nepotismo.
Desde hace años, ambos se han encargado de conceder permisos para deforestación, adquirir terrenos a precios irrisorios y beneficiar a sus familiares.
La Auditoría Superior del Estado de Guanajuato, en distintos informes llevados a cabo durante la gestión de Navarro Saldaña, quien era presidente municipal de Guanajuato, encontró diferentes faltas que se cometieron durante la administración panista.
Pero eso no es todo. El manto de corrupción que cubre el rostro panista del municipio de Guanajuato es mucho más amplio y escabroso.
De entrada, el suegro de Mario Alejandro Navarro y padre de Samantha Smith es el controvertido empresario Guillermo Smith Guerrero.
Smith Guerrero operaba el Salón del culto a la muerte, anexo al histórico Museo de las momias, desde que era presidente municipal su amigo Arnulfo Vázquez Nieto, quien fuera edil de Guanajuato, en dos ocasiones: de 1995 a 1997 y de 2003-2006.
Y cuando le retiraron la concesión fue cuando acudió a su yerno Mario Alejandro, quien incurrió en tráfico de influencias por promover incrementos al costo de museos públicos con el fin de obtener ventajas comerciales para empresas de su familia política.
Pero eso no es todo. Guillermo Smith, el padre de la presidenta municipal de Guanajuato, también es propietario de terrenos en Quinta Marfil, una zona que ha sido deforestada para abrir un camino sin permisos con el respaldo del gobierno municipal de Guanajuato.
The post Los negocios turbios del PAN appeared first on Diario Basta!.
