El año pasado, Tlaxcala se convirtió en el estado con mayor número de víctimas por atrocidades con mil 256 casos, seguido por Chihuahua y Guanajuato, con 642, respectivamente; Guerrero, con 506; Sinaloa, con 453, y Jalisco, con 421, de acuerdo con el reporte que al respecto presentó ayer Causa en Común y que se basa en notas peiodístas publicadas en todo el país.
Uno de estas víctimas, registradas por la asociación civil, fue el asesinato, tortura y decapitación de Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, Guerrero, el 6 de octubre pasado, apenas seis días después de que asumió el cargo de presidente municipal, y cuya cabeza estaba en el toldo de la camioneta donde en su interior estaba su cuerpo.
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Las víctimas se reportaron, en su mayoría, en entidades como Guanajuato (425), Guerrero (379), Jalisco (344), Sinaloa (328) y Baja California (307), donde se aglutinó el mayor número de atrocidades, detalla el documento.
De acuerdo con la organización, las cifras bajaron, pues en 2023 se registraron 6 mil 378 y en 2024 fueron 4 mil 708.
En entrevista con 24 HORAS, el investigador de Causa en Común, René Gerez López, señaló que uno de los motivos se debe a que dependen de los medios periodísticos locales, para integrar la base de datos, por lo que si estos no reportan las atrocidades, muchas veces por amenazas, los sucesos disminuyen considerablemente.
Sin embargo, dijo, “el nivel de violencia que se ejerce es el mismo, no hemos salido del mismo lugar en el que estamos”.
Sobre la situación reportada en Tlaxcala, el experto dijo que una de las causas es el flujo migrante que tiene el estado, presas fáciles de la delincuencia.
TIPO DE VIOLENCIA
El tipo de crimen que prevaleció durante 2024, fue el asesinato con tortura, con mil 186 casos, como el del alcalde Arcos Catalán.
La mutilación, descuartización y destrucción de cadáveres ocupó el segundo lugar, con 652 reportes, como el acontecido el 12 de febrero, cuando localizaron los restos de 12 personas desmembradas y embolsadas en Las Antenas, municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero.
El tercer delito más común del año pasado fue el asesinato de mujeres con crueldad extrema, con 505 casos. Un ejemplo de ello es el crimen de Erika Jiménez, de 23 años, cuyo cuerpo enterraron en un domicilio en Palenque, Chiapas, donde lo encontraron el 6 de noviembre pasado; ella tenía siete meses de embarazo.
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Las masacres tuvieron 442 incidencias, lo que colocó a este crimen como el cuarto con más registros; la más reciente ocurrió el 9 de noviembre en el bar Los Cantaritos de Querétaro, donde hombres armados entraron al lugar y dispararon contra los asistentes. El saldo fue de diez personas muertas.
Además, el 24 de noviembre de 2024, en Villahermosa, Tabasco, seis comensales murieron y diez resultaron heridas en exclusivo centro nocturno.
“Es evidente que la acumulación de violencias y atrocidades refleja patologías graves que presentan un reto social mayúsculo(…) buena parte de estas atrocidades son perpetradas por personas que no forman parte de organizaciones criminales”, señala el documento en una reflexión final.
— Causa en Común (@causaencomun) January 17, 2025