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Redacción

Un fuerte incendio se desató en las colinas de Hollywood la noche del miércoles, sumándose a una serie de fuegos que se extendían sin control por varias zonas del sur de California. Los bomberos luchaban contra incendios de gran magnitud en diferentes áreas, entre ellas Pacific Palisades y Altadena, mientras los vientos intensificaban las llamas, arrasando con viviendas y negocios a su paso. El fuego, denominado incendio Sunset, comenzó mientras los residentes eran actualizados sobre otros incendios en la región.

A medida que las llamas avanzaban, diversas áreas emblemáticas, como el Paseo de la Fama y el Teatro Chino, se vieron amenazadas, con turistas y residentes evacuando mientras se escuchaban helicópteros y sirenas. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, los incendios continuaron causando estragos en comunidades costeras y vecindarios cercanos a Pasadena. La devastación fue notable en Pacific Palisades, donde más de 1,000 estructuras fueron destruidas, y en Altadena, donde las viviendas fueron reducidas a escombros por el fuego.

Las llamas avanzaron rápidamente debido a los vientos huracanados, lo que dejó a muchas personas sin tiempo para evacuar. En zonas como Calabasas y Santa Mónica, comunidades acomodadas también se vieron afectadas, y celebridades como Mandy Moore y Billy Crystal confirmaron la pérdida de sus hogares. Los daños fueron significativos, con tiendas, restaurantes y otras estructuras reducidas a escombros, mientras los residentes intentaban salvar lo poco que quedaba.

La magnitud de los incendios fue tal que, hasta la fecha, se habían consumido alrededor de 108 kilómetros cuadrados, un área similar a la ciudad de San Francisco. La velocidad con la que las llamas avanzaron, combinada con el humo tóxico que se extendió por toda la ciudad, dificultó aún más los esfuerzos de evacuación y rescate. Además, el sistema de agua local estuvo al borde del colapso, lo que dificultó el trabajo de los bomberos, quienes dependieron en gran parte de las operaciones aéreas para sofocar el fuego.

Este desastre se suma a una temporada de incendios cada vez más larga debido a temperaturas más altas y la falta de lluvias, exacerbada por el cambio climático. En este contexto, California enfrenta un reto constante para contener los incendios, con vientos secos y temperaturas extremas como factores que contribuyen al avance de los incendios. La situación llevó a la declaración de emergencia federal, con la movilización de recursos para hacer frente a la catástrofe que afecta a miles de personas.

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